viernes, 22 de abril de 2011

FIESTA DE PASCUA, programa Nº 51 del 22 de abril de 2011

Semana Santa, ¿Fiesta pagana o celebración religiosa?
Ya se viene la “Semana Santa”, y con ella muchos ciudadanos se aprontan a salir de sus respectivos pueblos y ciudades en viajes de placer, para disfrutar de unas cortas vacaciones de esparcimiento, y otros tantos para visitar a parientes, amigos y familiares.
En efecto, algunas principales Agencias de viajes aéreos y terrestres, ya han informados que sus reservas de pasajes están copadas, pues los chilenos se aprestan a viajar al extranjero con especial interés en Buenos Aires, Río de Janeiro y Montevideo, entre otros. Pasa lo mismo con las oficinas de buses interprovinciales, que de seguro junto con aprovecharse una vez más de estas ocasiones para subir los precios de sus pasajes entre un 50 y hasta en un 100 % informan también que los pasajes al norte y sur del país están por agotarse. Y en consecuencia los mentados “buses piratas”, con seguridad llegado el momento harán su aparición.
Con iguales propósitos, diversos hoteles de renombre, residenciales de hospedajes, restaurantes y locales comerciales ya se preparan para recibir a estos flamantes “turistas de semana santa”, ofreciendo los mas diversos y distinguidos servicios, platos de comida, eventos de placer, recorridos turísticos, tarifas, diversiones, bar y restaurante a la carta, ambiente climatizado y zona para no fumadores, piscinas y guarderías, comodidades, servicio de atención médica, de habitaciones y de lavandería, etc,etc,etc.
Y como si lo anterior fuese poco, también los comerciantes establecidos en locales de venta de pescados y mariscos, también ya han informado que de seguro las alzas serán sobre el 30 %.
Al denunciado comercio anterior se suma la exagerada venta de los “Chocolates de pascua”, actividad que tiene que ver con la fiesta del conejo de pascua, relacionado con una simbología de la fecundidad, de origen pagano y que desde ya hace bastante tiempo se ha vuelto un verdadero icono de nuestras pascuas religiosas, vendiéndose huevos de chocolates de diversos tamaños; pequeños, medianos, grandes y gigantes, envueltos en papeles de múltiples colores y que el domingo de pascua de resurrección son la delicia de los niños, jóvenes y adultos, obviamente agregando también las figuras de conejos de chocolates. Comercio que en estos momentos repleta los locales comerciales, tiendas y supermercados
Al respecto, la pregunta que nos hacemos siempre aquellos que nos consideramos “Católicos cristianos”; ¿esta debe ser la principal forma de celebrar “la semana Santa”?
En tal sentido y sin entrar en un extenso relato de carácter bíblico, es importante aclarar que la semana santa es la culminación de un periodo denominado “cuaresma”, periodo que recuerda los 40 días que pasó Jesús en el desierto rezando y sin comer, para prepararse antes de salir a predicar. Es un tiempo que comienza con el Domingo de Ramos, día en recordamos a Jesús entrando de manera triunfal a la ciudad de Jerusalén y entonces todo el pueblo lo alaba como Rey. Este día, los católicos llevamos palmas a la Iglesia, como los judíos en tiempo de Jesús, para que las bendigan, es un tiempo destinado a: arrepentirse de los pecados, hacer penitencia, recordar la pasión, muerte y resurrección de Jesús. De esta manera, el jueves Santo recordamos el día que Cristo tuvo la “última cena” con sus apóstoles. Hecho muy importante porque en ella Jesús, como sabía que iba a morir, quiso hacer algo para poder quedarse para siempre con los hombres, he ahí que nos deja “la eucaristía”. El Viernes recordamos la Pasión y Muerte de Jesús, para llegar a un Domingo en que se celebra el día de pascua de resurrección, día que a través de la luz se simboliza el triunfo de la vida sobre la muerte, dejando con ello a todo el mundo cristiano la fe y la esperanza de un renacer a la vida eterna, Puesto que cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la derrota del pecado y de la muerte
No obstante, sea cual sea la fundamentación e interpretaciones que cada creyente quiera dar a los preceptos de la Biblia y de las creencias de la Iglesia en semana santa. En mi opinión considero que de ningún modo ello debiera dar paso a que en esta fecha haya un excesivo abuso y un extremo aprovechamiento de un hecho histórico religioso relacionado con la vida y muerte de Jesús. Debiendo ser sin duda alguna una instancia de reflexión, de recogimiento, de esperanza y de oración, pues lo que se celebra o se conmemora es “la resurrección de Jesucristo” y no un evento para festejar consumiendo en exceso no solo carnes rojas, sino que también abusando de las bebidas alcohólicas, con cuyos actos además de estar lejos de la fe en Cristo se dan riendas sueltas a procedimientos indebidos que cada día se hacen mas detestables dentro de los fundamentos de la Iglesia. De un Iglesia que últimamente ha sido herida en lo más profundo de su entidad espiritual, por culpa de algunos poco y cuyos hechos no viene al caso entrar ahora en mayor análisis
Y usted mi estimado lector…¿Cuál es su opinión al respecto?
Por Omar González Hurtado
Fuente: http://cartelerasur.cl/2011/04/20/semana-santa-%C2%BFfiesta-pagana-o-celebracion-religiosa/
EL CIRCO DE LA SEMANA SANTA

Quisiera decir unas palabras sobre aquellos elementos circunstanciales que se identifican con la Semana Santa.

Año a año y tras más de 30 años de democracia, España sigue sacando sus mantillas, palmas e imágenes para celebrar la Pasión de Cristo. Fiesta religiosa allá donde las haya y reducto ultracatólico del misticismo más rancio según la plaza donde se realice.

Nadie se atrevió a presentar con tanta crudeza como Mel Gibson el ciclo final de la vida de Jesús y parece ser que España, aunque critique su Iglesia, no se atreve a romper con una tradición enclavada en lo más tradicional en nuestro llamado estado laico. ¿Por qué se lanzan a las calles las personas de bien a contemplar nuestra imaginería barroca aquellos que en todo el año no han calentado un banco en la iglesia?. ¿Por qué aparece la devoción lacrimógena cuando una cámara de televisión pregunta sobre la belleza de la figura o la imposibilidad de un paso por la lluvia?.

Ciudades como Sevilla o Málaga viven con ilusión su Semana Santa frotándose las manos a la espera de los pingües beneficios de aquellos devotos y falsos fariseos que sienten o en su defecto pasean palmito ante las procesiones. La tradición es bella pero tampoco es necesario refregar en los medios de comunicación la "importancia" de la Semana Santa, costumbre que se repite ante los usos ancestrales de la España más arribista, léase, sanfermines, ferias de abril varias o carteles de San Isidro.

Los ecos del tradicionalismo íbero varían según el grado de españolismo que destilan y coinciden sobretodo con aquellos no-do del período franquista, aunque la voz en off se haya reciclado. No seamos tan radicales y seamos prácticos. ¿Porqué lloran esos mozalbetes cuando no pueden pasear a las vírgenes?. Claro que sí: semanas de preparación, dedicación, devoción o...protagonismo. Parece ser que queda de lo más religioso y patriótico cargarse a las espaldas la imagen de la Macarena o la Vírgen de los Dolores mientras durante todo el año estas grandes estas obras de arte quedan "olvidadas" y relegadas a sus capillas correspondientes. Si se es devoto de Santiago o de la Moreneta no hace falta ir besarla en Semana Santa, ¿verdad?. ¿Alguien ha visto como está el Cristo del Gran Poder en pleno mes de junio?. Pues yo os lo diré: más solo que la una.

Y es que esto de pagar 100 euros por una silla, aplicarse las gafas de sol a lo Pantoja y el gritar vivas y salves ante una imagen de respeto no es una moda sinó una convicción y aquellos que lo hagan por aquello de lo que dirá la vecina purgaran sus pecados en el Juicio Final. Amén.
Fuente: http://quisieradecirunaspalabras.blogspot.com/
Cómo ha evolucionado el hábito consumista


Escrito por Lic. Edilberto Escobar Cascante
La vida tiene dimensiones, que se distinguen en el carácter de sus individuos. En esa dinámica, el hombre actúa, hace, produce, crea; en suma es activo. Pero la conducta del hombre, no sucede en el vacío, ni sin cuerpo, ni en un mundo inmaterial, se manifiesta en cosas y su acción se dirige a objetos animados o inanimados, que transforma o crea, así como evoluciona la civilización. Con ello se va extendiendo el reino de las cosas que esta produce y dirigidas a los autómatas que tienen que ocuparse de ellas, consumirlas.
¿Qué hace el hombre con tanta cosa? Las produce, las transforma, las utiliza para hacer otras cosas, o las adquiere solamente para tenerlas. Lo interesante del asunto, es que todas las cosas producto del ingenio humano, no hacen nada, a menos que el hombre mismo las haya constituido de tal manera, que sean capaces de producir algo útil, que es la excepción, porque todo aquello que viene de las cosas, sigue siendo una cosa y en todos los estadios de la evolución humana, ello ha apuntado a hacer creer, que dichas cosas son una innovación y por eso merecen ser apreciadas, hasta llegar a ocupar el lugar que cada individuo le da en su vida. Muchos sujetos embriagados por el engaño, solo esperan la nueva cosa para disponer el grado de fuerza que le imprimen a sus hábitos de consumo enfermizo.
En cada cultura, es distinta la proporción entre cosas y actos. En contraste con la gran multitud de cosas que rodean al hombre del siglo XXI, así se encuentran hasta grupos primitivos, que ya han sido inducidos a variar su modus de vida y a cambiar lo suyo, por objetos cuyas diferencias son el color que les ponen. Dicho cambio de conducta se produce, porque a través de sus sentidos humanos, han llegado los mecanismos propios del consumo mercantilista, que transforma absolutamente toda conducta humana. Recientemente un investigador inglés destacado en la Amazonia brasileña, realizó un estudio entre tribus de la región y pudo ver cómo en pueblos enteros, se vendían productos del agro, para adquirir prendas de vestir propias de una urbe cercana, hasta donde habían ido adolescentes de esos pueblos, cuyos hábitos fueron sustituidos por blue jeans.
Al hombre de hoy le sucede, que es incapaz de pensar por los demás, se ha tornado terriblemente solitario, porque ha creído el cuento del apego individual por las cosas inertes. Al joven cibernético, cada día lo atomizan más, para que sus relaciones sean a solas y en la “intimidad” de una letra muerta que no es más que otra cosa y por ello se incomunica y aleja hasta de su propia vida. Actualmente, los jóvenes piensan menos y se han vuelto pasivos frente a sus propios intereses. Es poco común, ver a un joven con una posición crítica y desconfiada racionalmente, para enfrentarse a todas las condiciones que el sistema le impone, porque le han influido para que precise lo que le interesa a través de los medios de difusión masiva. De lo que sabe y le rodea, no conoce nada por su propia observación y pensamiento genuino, vive atenido a que otros hagan las cosas más “chivas”. De por sí, esas cosas que llaman su atención, no ocupan despliegue mental o habilidad para hacerlo feliz. El prefiere bajarse a su nivel y termina siendo cosas, con la gravedad de que aquellas nunca tuvieron vida, él si, hasta el día que decidió que las cosas le gobernasen impúdica y relajadamente.
Cualquier aparato que ofrezca el mercado, por sofisticado que sea, no requiere de mayor despliegue mental o habilidad para ser manejado, solo un poco de aprendizaje y cuando se ha adquirido la costumbre, el esfuerzo desaparece, con la magia, de que les llaman de primera o tal generación.
Los seres humanos convertidos en cosas, por las cosas, no piensan mucho, solamente propenden a existir, en lo que fue claro el profesor W.S. Laughlin cuando aseguró, que al final de los tiempos, la diferencia entre la necesidad biológica y el apremio instintivo, iba a desaparecer totalmente. Hablar del final humano, es significar que el hábito consumista, es el que ha hecho desbordar el carácter humano, en sed de poder y codicia, que han llegado a destruir el hábitat que nos pertenece a todos, no solo a las transnacionales que han utilizado sus capitales para envenenar y recalentar el planeta y destruir toda manifestación de vida. La historia ofrece maravillosos ejemplos, respecto a la realidad del destino actual.
Lo interesante del asunto, es que todas las cosas producto del ingenio humano, no hacen nada, a menos que el hombre mismo las haya constituido de tal manera, que sean capaces de producir algo útil.

Author of this article: Lic. Edilberto Escobar Cascante

Fuente: http://www.prensalibre.cr/pl/comentarios/25936-como-ha-evolucionado-el-habito-consumista.html
La sociedad consumista actual
Consumo resultado de la obsolescencia planificada y la percibida


El consumismo está tan arraigado, que suele ignorarse que es el resultado de procesos conscientemente planificados en aras del mero lucro empresarial.


El carácter consumista de la sociedad occidental actual y, cada vez más el de la oriental, abarca la casi totalidad de ámbitos de la vida cotidiana como puede comprobarse en el cariz consumista de fiestas como la Navidad, Semana Santa, Halloween, Carnavales o San Valentín.

Aunque puede ello atribuirse al natural devenir del comportamiento humano desde tiempos inmemoriales, caracterizado por preocuparse en poseer o acaparar más de lo necesario por el mero placer de ser superiores a los demás o simplemente sentirse más seguros, es en el siglo XX en que surgen distintas iniciativas dirigidas a hacer del consumismo un proceso planificado con el que lograr objetivos empresariales satisfactorios, a costa de los consumidores y del medio ambiente natural.




Consumismo de algunas celebraciones actuales

El cariz consumista que rodea a la celebración de fiestas religiosas como la Navidad o Semana Santa, y otras de matiz distinto como Halloween, Carnavales o San Valentín, revelan más el carácter comercial que las rodea que el motivo por el cual son rememoradas.


A la celebración de la Navidad la rodean por ejemplo más las luces, árboles luminosos y reuniones familiares, que el recuerdo respetuoso de la memoria de quien con su muerte la dio precisamente origen: Jesucristo; al igual que la Semana Santa por los días de puente o fiesta durante los cuales realizar viajes cortos de vacaciones, que rememorando todo lo que en el fondo significa.



Obesidad y consumo indiscriminado de alimentos

Lo cual puede también comprobarse en la obesidad evidenciada en muchos habitantes de países avanzados, y en la que empieza a aparecer en los pobladores de otros que alcanzan la senda del desarrollo, como resultado de una mayor disposición de recursos que incita su dispendio en alimentos por el mero placer que proporciona, no por el valor y utilidad que tienen.

Lo que queda demostrado en el hecho de que la obesidad encubre, a menudo, deficiencias en el consumo de vitaminas y minerales; ante lo cual el Jefe del Servicio de Planificación, Estimación y Evaluación de la Nutrición de la FAO, Prakash Shetty, ha dicho que "consideramos la obesidad un problema importante que necesita tratarse, a la vez que el problema de la subalimentación".
Y que, "una de nuestras misiones más importantes es promover una alimentación diversificada, que contenga los alimentos tradicionales, por lo general bien equilibrados y muy nutritivos".



Obsolescencia planificada y obsolescencia percibida

Dicha tendencia consumista tuvo un impulso inusitado en el siglo XX, al empezar a gestarse procesos como la Obsolescencia Planificada (OP), con el que un producto o servicio se vuelve obsoleto o no funcional, tras un período de tiempo interesadamente calculado por su fabricante. Con el que empezó también a perseguirse el ansiado lucro empresarial, generalmente a costa de los consumidores y del medio ambiente natural.

La OP se desarrolla entre 1920 y 1930, y conjuntamente con otro proceso de nombre Obsolescencia Percibida (OP), que es la que siente el consumidor por querer ir “a la última”, ha logrado extender una actitud derrochadora a distintos ámbitos de la sociedad; y ello es, precisamente, lo que viene llevando al mundo a situaciones que hacen entrever la peligrosidad de, nada menos, su propio futuro.

Fuente:
http://www.suite101.net/content/consumismo-y-liberalismo-economico-a11603
Iglesia reprocha ‘destrampe’ de algunos católicos en Semana Santa
Los cambios culturales, el contacto con otras costumbres, las posibilidades de viajar y el consumismo han provocado que una parte de la población católica haya olvidado el sentido de las fiestas de Semana Santa, volcándose a las playas y a los centros de diversión, en lugar de realizar actividades de oración y reflexión, reconocieron sacerdotes católicos.
Sin embargo, estas prácticas no afectan las celebraciones de la Iglesia católica, pues si las playas están llenas, también lo están los templos, y hay todo un movimiento entre la juventud católica por vivir estos días de acuerdo con su fe, asegura el vocero de la Arquidiócesis Primada de México, Hugo Valdemar Romero.
“Los templos están llenos. La gente que se queda asiste a estas celebraciones, tenemos templos completos, procesiones nutridas; no notamos que estén vacíos, al contrario, es la época del año en que más llenos están”, afirma en entrevista con EL UNIVERSAL.
En México, al igual que en toda América Latina, explica, hay una tradición muy arraigada por vivir intensamente la Semana Santa. La gente que olvida el sentido de reflexión y oración que tiene la Semana Santa es, en su mayoría, la que no tiene un sentido claro de su fe.
“Culturalmente van cambiando las realidades. Hoy hay mucha facilidad por viajar, infraestructura (caminos, carreteras) que antes no existía. Antes, si la gente no podía transportarse, se quedaba en sus lugares y vivía la Semana Santa, pero hoy, con tantas opciones, si la gente no tiene un sentido claro de su fe, opta por irse de vacaciones, o algo peor, de ‘destrampe’”, destaca.
Explica que esas son situaciones “totalmente contrarias a lo que recomienda la fe católica”, por lo que, en las semanas previas, los sacerdotes tratan de hacer consciencia entre los creyentes durante las misas dominicales, que ésta no es una época para relajarse, en el sentido liberal de la palabra.
La Iglesia católica recomienda a sus fieles descansar, pero en un ámbito de fe, asistiendo a las celebraciones litúrgicas en un plan de recogimiento, de familia, viviendo intensamente su fe y renovándose espiritualmente.
“Se les dice que no es conciliable con la fe católica irse a un lugar como la playa o los antros en estos días; que si se va a un lugar de descanso, sería recomendable que fuera a sus lugares de origen, donde pueda vivir con sus familiares la Semana Santa, y que tomen consciencia de que éstos son días de guardar, de oración, de recogimiento, de estar en paz”.
Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/nacion/158314.html
LA TRADICION DE LOS HUEVOS DE PASCUA........CONSUMISMO VS IDENTIDAD
Por estas latitudes y por todo el mundo uno de los festejos que más llama la atención durante la Semana Santa son los huevos de Pascua. Con la llegada del Domingo de Resurrección todos los niños se preparan para decorar los huevos de Pascua o para comer un delicioso huevo de chocolate.
A pesar de que es una tradición que muchos hemos disfrutado, algunos desconocemos su origen.
La tradición de los huevos de Pascua comienza antes del cristianismo y se originó en Europa y Medio Oriente. En el antiguo Egipto celebraban la llegada de la primavera regalándose huevos decorados. En esta sociedad, al igual que en la griega, el huevo se asociaba con el nacimiento por eso se convirtió en el símbolo de la primavera, por el renacer de la naturaleza.
Con el paso del tiempo la celebración se fue adaptando en el Cristianismo debido a que el comienzo de la primavera coincide con la celebración de la Semana Santa. Más tarde, el huevo se convirtió en símbolo de Cristo resucitado e incluso el Domingo de Resurrección llegó a llamarse Pascua del huevo, la cual se festejaba comiendo huevos duros coloreados bendecidos en la iglesia.
En esta fiesta los nobles recibían huevos con decoraciones en plata, oro, gemas o perlas. Algunos de ellos regalaron a sus amigos o conocidos huevos adornados, como es el caso de Luis XV quien le dio a su amante Madame du Barry un huevo decorado con una estatuilla en su interior. Al parecer, de esta manera se instauro la tradición de incluir regalos en los huevos de Pascua.
A medida que fue pasando el tiempo evolucionó la costumbre de decorar los huevos y aunque se mantuvo la tradición de regalarlos, la gente fue buscando y adaptando las formas más fáciles y atractivas de obsequiar los huevos. Así hemos llegado hasta nuestros días a tener los deliciosos huevos de Pascua de chocolate.
En estas sociedad son costumbres bien arraigadas y cuando estamos en proceso de integracion pues no queda mas remedio que ir adoptando costumbres propias del lugar pero sin olvidar que identidad viene pegada a personalidad, cada uno de nosotros tiene la propia, unos somos mas debiles y vamos aceptando las costumbres conforme estas van llegando, otros contamos con una identidad mas fuerte y no nos dejamos llevar por gustos ajenos ademas, siempre hacemos prevalecer nuestros gustos propios.
El consumismo afecta a las personalidades débiles y las domina, las esclaviza, las hace comprar hasta lo que no necesitan, les mete la idea de que deben tener una cosa y otra y otra, sino no son completos, no son actuales, no son importantes, nadie les ve.
En todas partes del planeta pasan anuncios que nos hacen caer en el consumismo sin darnos cuenta, tenemos tantos ejemplos de Coca cola, telefonia, cartas de credito que te aseguran que hacer cosas como cambiarle el panal a tu bebe no tiene precio pero que para ir a comprar los panales necesitaras una Master C. mensajes como este que el cerebro los toma como un mandato de, anda ve y gasta con tu tarjeta.
Los huevos de pascua han entrado a este sociedad de consumo ahora ya nadie pregunta ni informa el porque del intercambio de huevos y chocolates y lo toman nada mas como una obligacion de ir a comprarlos, lo mismo que las compras navidenas, del dia de San Valentin, dia de la madre, del padre, etc...........
Como parte activa en estas sociedades no podemos negarnos a muchas tradiciones, siempre y cuando tomemos una actitud consiente y enfocada a nuestros propios propositos culturales y familaires y donde el convivio familiar y a la practica de compartir sean la consigna.
El dia de ayer tuve que ir a comprar los huevos y los chocolates y casi me voy de espaldas viendo precios de chocolates que van hasta los 100.00 dolares solo porque son decoraciones extravagantes y porque lleban 75% de cacao.
En conclusion busquemos el verdadero sentido de las tradiciones y costumbres sea donde sea que habitemos y busquemosle siempre ese calor familiar y humano, ese que nos caracteriza a los hispanos en general y nos vuelve cálidos y visibles.
Feliz domingo de pascua.
Fuente: http://foro.univision.com/t5/San-Vicente-El-Salvador/LA-TRADICION-DE-LOS-HUEVOS-DE-PASCUA-CONSUMISMO-VS-IDENTIDAD/m-p/329134839

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