lunes, 7 de febrero de 2011

ESCUELA: ELEMENTO ESENCIAL DE CONSTRUCCION CIUDADANA, Programa Nº 42 del 4 de febrero de 2011

La formación de los docentes y la construcción de ciudadanía por Andrea Alliaud
Hacia fines del siglo XIX, la formación de los docentes se institucionaliza como proceso sistemático y especializado a la vez que se expande en todo el país. Tres factores concurrentes explican y dan identidad a dicho proceso:
1. la consolidación y desarrollo del Estado nacional, y más precisamente en el caso de nuestro país la conformación de la Nación por parte del Estado,
2. la creación y expansión de un sistema de nacional de enseñanza, como una especificidad del primero, y
3. el surgimiento de la Pedagogía como “ciencia” de la educación.
Siguiendo a distintos autores, podemos decir que la extensión y desarrollo de la instrucción pública constituyen una meta y un objetivo político dirigido a lograr el paso de una sociedad de “súbditos” a una sociedad de “ciudadanos”. Es decir, la escuela pública se desarrolla y expande con la finalidad principal de formar al ciudadano de nuevas organizaciones sociales. Ahora bien, el vocablo presenta dos acepciones que es preciso considerar para comprender las particularidades que este proceso adquirió en nuestras sociedades. Ciudadano se define como:
1. “De la ciudad”
2. “Natural de una Estado que tiene derechos y deberes políticos que le permiten tomar parte en el gobierno del mismo”.
En nuestro país y bajo la cualidad de “oligárquicos” que definían los estados, las condiciones de la actividad política excluían a la mayor parte de la población siendo una actividad sumamente restringida para un reducido sector social. La proporción de votantes era del todo escasa y las prácticas electorales estaban impregnadas de fraude y de violencia. Se comprende así que considerando la segunda acepción del término, los ciudadanos de nuestro país seguían siendo súbditos de hecho.
Sí, en cambio, la extensión y desarrollo de la escuela pública se correspondió con la primera acepción que define al ciudadano como “hombres de ciudad”. Formar “hombres de ciudad”, o mejor dicho transformar al “pobre urbano” (compuesto principalmente por nativos e inmigrantes), antes que habitantes de un estado con deberes y derechos que le permitan formar parte del mismo, fue la función social de la enseñanza en el momento de aparición de los sistemas educativos nacionales en nuestros estados.
El modelo de ciudadano definido como “hombre de ciudad” presentaba una serie de atributos básicos (hábitos, costumbres, cosmovisiones, valores y ciertos conocimientos básicos) que distaban de las características que presentaban la mayoría de los habitantes. La acción sistemática y prolongada de la escuela estuvo destinada a acortar esta distancia y desde esta perspectiva tuvo que cumplir una función “igualadora” “homogeneizadora” antes que liberadora (función principal asignada a la educación en los estados burgueses).
Fueron los maestros “formados” a través de normas y métodos apropiados (dos rasgos básicos que remiten al carácter “normal” de las instituciones formadoras) quienes tenían que lograr este proceso de reconversión social (definida en algunos textos de la época como “milagrosa”: el milagro de la conversión social”) que implicaba la formación del ciudadano. Concretamente, su tarea tenía menos que ver con la transmisión de conocimientos que con la difusión de ciertas normas, valores y principios que el ciudadano ideal debía portar; en términos conocidos su tarea consistía en civilizar a la barbarie. La fuerte impronta moralizadora – disciplinadora caracterizó el quehacer de los maestros y su método fue acorde. La formación del ciudadano no consistía solamente en corregir o “enderezar” conductas sino también en “encauzar” valores y principios de vida a fin de lograr sentimientos de amor y respeto por la patria y las instituciones establecidas y admiración hacia las formas cultas dominantes. El disciplinamiento escolar no sólo implica producir obediencia sino también un conjunto definido de habilidades, implica formación.
De este modo, aunque se reconoció al docente de escuela primaria como difusor de “la” cultura, cabe destacar que la posesión cultural con la que se identificaba al ciudadano con un individuo civilizado, se definió fundamentalmente por la inculcación de formas de comportamiento y por el conocimiento mínimo, susceptible de ser enseñado y considerado útil para las grandes mayorías poblacionales. Este conocimiento básico comprendía habilidades de lecto-escritura y conocimientos sobre historia y geografía locales así como cuestiones de moral y cívica, útiles “para ir formando el sentimiento de nacionalidad”. Disciplinamiento de la conducta y homogeneización ideológica fueron las grandes metas de la empresa educativa, antes que la formación de habilidades o el desarrollo del pensamiento o del conocimiento.
En sus orígenes la formación de los docentes se amoldó a estas características. Los mismos maestros tenían que saber lo mínimo para enseñar, tenían que ser portadores en su persona de aquello que pretendían inculcar, tanto dentro como fuera de la escuela.
Repensando desde hoy el papel de la docencia en el proceso de construcción de la ciudadanía hay dos componentes fundamentales cambian radicalmente. Pensar en la formación docente y la construcción de ciudadanía conduce a imaginar maestros que estén formados para formar sujetos que participen activamente en la vida pública. Formar ciudadanos, de acuerdo con la primera acepción del término. Pero implica, a su vez, formar sujetos que puedan respetar en esa inserción y participación la diversidad social y cultural, sobre la base de una homogeneización “mínima” dada por la vigencia de ciertos valores (universales?) como la igualdad, la justicia social y la democracia. La meta en este caso no es homogeneizar “formar hombres de ciudad” sino formar sujetos capaces de participar conviviendo con otros. Esto es particularmente importante en un contexto de exclusión social donde la solidaridad ya no constituye un elemento asegurado por los sistemas sociales. Desde el punto de vista valorativo y ético sería admitir que el otro “distinto” no necesario en sociedades excluyentes necesita vivir y ser incorporado.
Pero la mera posibilidad de participar no es suficiente. Para que ésta pueda efectivizarse es necesario el acceso a un conocimiento sólido y relevante compartido que posibilite el establecimiento de ciertas condiciones para que la verdadera participación se concrete. No todos tendrán oportunidad de participar efectivamente si no disponen de un conocimiento que los habilite para poder elegir, decidir, hacer o decir algo dentro de cada instancia o espacio en el que se participe. Esto es particularmente importante en el contexto actual de circulación y difusión de los conocimientos y la información por múltiples vías, aunque también hay que considerar que para los sectores más postergados la escuela sigue constituyendo la instancia privilegiada de acceso al conocimiento y el referente principal para asegurar los procesos de socialización.
Debido a lo anterior, destacamos la importancia que los docentes puedan encontrar en los espacios de su formación profesional las condiciones que les permitan estar preparados para afrontar estos desafíos en contextos reales. Aquí tampoco son suficientes las respuestas provenientes de técnicas instrumentales. El acceso a la producción del conocimiento, a través de sus distintos soportes pero rescatando el uso y consumo de los libros, y a distintas manifestaciones culturales constituyen aspectos fundamentales.
Como vemos el ideario normalista conservaría su componente utópico en cuanto a la confianza depositada en la escuela y en sus docentes en los procesos de construcción de ciudadanía. Pero sobre este punto cabe preguntarse (para trabajar sobre ello) si la vigencia de la matriz fundadora incorporada en los sujetos y en las instituciones escolares no imprimirá el sentido de origen en sus otras manifestaciones. Específicamente las referidas a la formación del ciudadano a partir de un modelo incorporado de alumno “ideal” “homogéneo”, que esté preparado para reconocer y respetar las formas de organización política y social antes que para poder participar activamente en las mismas. Y si, finalmente, en este proceso la dimensión disciplinadora y moralizadora de la tarea se sobrepondrá al acceso y difusión de los conocimientos relevantes en los distintos niveles de enseñanza, pero fundamentalmente en el primario que es el nivel con el que está más asociada.
Estas preguntas deberían ser planteadas en las escuelas y en los espacios de formación docente en los que habrá que crear condiciones para que el maestro sea no un difusor de “cultura” sino no un consumidor y que pueda ser un protagonista activo en las decisiones que se tomen tanto en la institución, como en aula y en la sociedad que constituyen en definitiva las dimensiones de la práctica pedagógica y política que realiza. Sería parafraseando a Giroux “trabajar para crear las condiciones ideológicas y materiales tanto en las escuelas como en la sociedad en general que brinden a los alumnos la oportunidad de convertirse en agentes de conciencia cívica y por ende en ciudadanos con el conocimiento y la capacidad para asumir seriamente la necesidad de desalentar el abatimiento y pragmatizar la esperanza”
Andrea Alliaud

Es Licenciada en Ciencias de la Educación y Doctoranda (UBA).

Master en Educación y Sociedad (FLACSO).

Docente-Investigadora en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA).

Integrante del equipo técnico de la Dirección General de Educación Superior. Secretaría de
Educación, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Fuente: http://www.scribd.com/doc/20960868/Formacion-Docente-y-Construccion-de-Ciudadania

Curso CAICYT-CONICET. Área Ciencias Sociales:
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Construcción de ciudadanía política en la escuela: herramientas conceptuales y estrategias didácticas para América Latina.

HERRERA, Ana Isabel (fliaberton@yahoo.com.ar)
Reflexiones en torno a la ciudadanía y la escuela: nuevas miradas en nuevos escenarios con nuevos sujetos.
Actualmente, las políticas educativas, a partir de la implementación de la Ley de Educación Nacional Nº 26.206, ponen el énfasis en la formación del ciudadano. La construcción de la ciudadanía es una de las líneas a través de las cuales se procura la transformación del secundario tradicional hacia un espacio más democrático que tome como contenido educativo la participación de los alumnos.
La escuela como institución de la modernidad ha tenido desde su origen el mandato de formar ciudadanos para una práctica política democrática. ¿Cuál es entonces el giro que se pretende dar en el “nuevo” Secundario a esta cuestión? ¿Qué mirada diferente supone la participación escolar a la que se promovió en la Reforma educativa del año 1993, luego del restablecimiento de la democracia en nuestro país, con la Ley Federal?
En el presente trabajo se pretende, a partir de los textos y los debates propuestos en el Curso Construcción de ciudadanía política en la escuela: herramientas conceptuales y estrategias didácticas para América Latina y de otras lecturas mencionadas en la Bibliografía, ahondar en los sentidos de conceptos como ciudadanía, democracia y participación en su vinculación con los nuevos escenarios escolares y sociales. Ello se entrecruzará necesariamente con la ética en la participación política.
De lo anterior se desprende que el ámbito de análisis será la institución escolar: los vínculos que se configuran en ella, las formas en que se decide y quiénes lo hacen, lo que se negocia y se incluye o excluye; y no el espacio curricular. Esta opción, supone al espacio curricular específico ya que se reflexiona sobre la gestión de lo curricular, a través de todos sus espacios, en el proyecto escolar.
La construcción de ciudadanía, en el marco de la reforma educativa actual, es un eje de formación que implica, a las instituciones, ir más allá del espacio curricular desafiando los modos de hacer escuela que practicamos.
La ciudadanía moderna y los nuevos escenarios
La ciudadanía es una construcción histórica de la modernidad que refiere a la vinculación de los individuos con una comunidad, que opera en el plano de lo simbólico confiriendo identidad en relación a un colectivo. Esa relación individuo-comunidad se formaliza a través de la norma. “Esa relación queda cristalizada en un status jurídico en el que se establecen los derechos y las obligaciones de los sujetos”*1.
La ciudadanía es una condición política que se da en el ámbito público, en el terreno de lo común; es una condición que nos permite reconocernos parte de un grupo social con el que se comparten, valores, costumbres, historia, conflictos. La ciudadanía constituye una dimensión política en tanto supone el poder de participar en los asuntos de todos, en lo público, a través del derecho de los ciudadanos a elegir a sus representantes y de ser elegidos para ocupar cargos en el gobierno de la comunidad.
Los derechos políticos se han ido ampliando a través de historia como producto de las luchas de nuevos colectivos en la búsqueda de reconocimiento. Señala Vera Carnovale que “(…) La ciudadanía política fue excluyente en su origen y durante varios siglos de los pobres, de las mujeres, de las minorías étnicas o de las mayorías oprimidas” *2.
La ciudadanía como construcción político-jurídica inscribe a los sujetos que la poseen en una comunidad política de iguales. Esta condición posee distintas dimensiones: cívica, igualitaria, jurídica, institucional e histórica.
La dimensión cívica se relaciona con la condición de inclusión de los ciudadanos en la comunidad política y supone una forma de integración social que resalta la actitud solidaria por sobre los intereses individuales. Esta dimensión se construía a través de las instituciones como la familia y la escuela que transmitían los valores cívicos como la responsabilidad y la tolerancia. Estos valores, tradicionalmente, se formaban a través de experiencias de participación democrática cuando la participación política también era un valor. Esto ha sido erosionado por los procesos político-económicos ocurridos en nuestro país, de línea neoliberal, que transformaron al ciudadano activo en un consumidor pasivo; o sea, han sido alteradas las identidades colectivas hacia un individualismo consumista. Esto ha derivado en un modo de ejercer la ciudadanía que algunos autores han dado en llamar “pasivo”. La ciudadanía pasiva, como categoría jurídica, ya es portadora de una titularidad de bienes y servicios garantizados por derecho; cuando la ciudadanía activa entraña la noción de “derecho a tener derechos” que potencia la conciencia de la ciudadanía y de la lucha por la conquista de sus derechos. Desde esta perspectiva la ciudadanía activa es un proceso de inclusión en una comunidad política.
La teoría de la ciudadanía se encuentra en debate en múltiples aspectos, uno de ellos es que es una categoría que no se reduce a los derechos políticos, quizá los más universales, sino que incluye a los derechos civiles y a los sociales. Estos últimos instalan en la esfera de lo público las demandas de los grupos excluidos.
Ciudadanía activa en qué clase de democracia
La ciudadanía es el ejercicio de los derechos en el marco de la democracia. Esta opera como un orden simbólico relacional y supone un modo de organización social en una comunidad de iguales, de sujetos iguales ante la ley.
Los debates actuales en torno a la democracia coinciden es que es necesaria la “democratización de la democracia”, su profundización, diferenciando a la democracia formal o nominal de la democracia deliberativa. La última sería la que demanda la ciudadanía activa en el marco de una sociedad en la que muchos no gozan de sus derechos civiles y sociales.
Alexander Ruiz Silva señala que en la democracia nominal la ciudadanía se porta cuando la persona reúne condiciones formales, pero que esto supone una forma restringida de su ejercicio, y que la ciudadanía debe ser también una práctica política, que debe ejercerse de modo activo: “Ser ciudadano activo (…) significa ejercer con sentido de responsabilidad un rol político, que en buena medida se define en la participación de proyectos colectivos en los que se hace tangible la idea de la construcción o reconstrucción de un orden social justo e incluyente”*3.
Algunos pensadores – como Sonia Fleury – proponen asociar a la democracia representativa, la deliberativa. La democracia representativa jerarquiza los aspectos formales y procedimentales en detrimento de los valores relacionados con el bien común, la igualdad y la participación activa de los ciudadanos. Las reglas de la democracia indican cómo llegar a las decisiones, pero no el contenido de las mismas. Hay una pérdida de legitimidad de las instituciones democráticas como los partidos y el Parlamento y ha surgido una demanda creciente de una forma de institucionalidad democrática nueva capaz de introducir el derecho a la participación como parte de la condición de ciudadanía y que reconozca identidades y diferencias. La democracia pasaría a ser vista ya no como un procedimiento, sino como una práctica social mediante la cual se construyen las identidades colectivas; que permite redefinir los vínculos sociales, incluir nuevos temas y actores, ampliar el terreno político.
“Más que un conjunto de reglas, la democracia implica el reconocimiento del otro, la inclusión de todos los ciudadanos en una comunidad política, la promoción de la participación activa y el combate a toda forma de exclusión”.”(…) sólo una radicalización de la democracia que incluya a aquellos que fueron apartados del poder, merced a un juego abierto e institucionalizado de negociación y/o deliberación, es lo que puede romper el círculo vicioso de la política, caracterizado por la enajenación de la ciudadanía, la ausencia de responsabilidad de los representantes y el autoritarismo de la burocracia”*4.
En la democracia deliberativa se busca el entendimiento partir del debate, la argumentación y la inclusión en el mismo de todos los que se verán afectados por la decisión o por sus representantes. Este sería el componente democrático. El deliberativo se funda en que el proceso decisorio se desarrolle mediante argumentos ofrecidos por los participantes comprometidos con los valores de la racionalidad y la imparcialidad. Este modelo de democracia incluye valores como el igualitarismo y la justicia social. Esta forma de alcanzar acuerdos permite generar nuevas alternativas más sostenibles y con mayor justicia redistributiva.
Sostener esta forma de democracia requiere que los participantes adhieran a los valores que implica: el reconocimiento del otro, la participación y la redistribución, como a los valores de la construcción de una metodología que asegure la materialización de éstos en una práctica de intercambio entre los participantes. En palabras de A. Da Silva: “No resulta igual para una sociedad tener ciudadanos que desarrollen competencias para cuestionar aquello que les parezca injusto y que busquen transformarlo por vías pacíficas y democráticas que tener personas dispuestas sólo a asumir el rol de consumidor pasivo y reproductor cultural”*5.
La formación ciudadana, como práctica política, no es neutral “ya que pretende la transformación de un sujeto en “ciudadano”, una categoría relacional y contextual, vinculada con el ejercicio del poder y el gobierno de las sociedades”*6.
Según las modalidades de enseñanza escolar en relación con sus efectos políticos podrán resultar en una formación ciudadana que conserve el orden dado, constituyan formas de dominación de los sujetos a un orden político que no está en cuestión, o sean herramientas de libertad y permitan crear procesos de transformación social.
Retomando una de las cuestiones planteadas en la Introducción del presente trabajo, y siguiendo los conceptos desarrollados por Isabelino Siede, los sistemas educativos surgidos en la modernidad tuvieron como propósito la formación del ciudadano para su inserción en las “dinámicas republicanas de representación y participación”, de preparación para la vida democrática de las repúblicas; aunque este mandato supuso más la sujeción a un orden político poco igualitario y no tuvo un carácter emancipatorio e incluyente.
En el mandato fundacional de la escuela de la modernidad la idea de formación del ciudadano se centró en una concepción conservadora en tanto proceso normalizador de adaptación y reproducción de un orden social vigente, que era, al mismo tiempo, funcional a la democracia representativa y a la economía de mercado.
El desafío actual es la construcción de “un orden institucional distinto, que necesariamente debe ser abierto, conflictivo y plural” (Calderón, 1995a)*7. La inclusión activa en una esfera pública plural y diversificada exige una nueva institucionalidad que permita transformar la democracia tradicional en formas innovadoras de participación y cogestión. Debe tener en cuenta ciertos aspectos cruciales, por ejemplo, la participación ciudadana en las decisiones colectivas que afectan a la comunidad política, resguardada por un cuerpo de reglas reconocidas que, más que aceptadas, son colectivamente construidas para resolver la representación de intereses y la negociación de los conflictos.
En la historia de nuestro país, la recuperación de la democracia – en el año 1983- instó a los actores políticos a su revalorización y defensa. La estabilización del régimen democrático, el sostenimiento de sus instituciones y los principios que la rigen, ha sido un logro pero también una invitación a pensar qué tipo de democracia es necesaria para transformar los entornos de desigualdad que operan en la sociedad y al interior de nuestras instituciones. Esta desigualdad se manifiesta en los distintos grados de inclusión de las personas – o de exclusión – en la sociedad política y en el mercado.
La ciudadanía como acto y saberes
La ciudadanía activa demanda el desarrollo de capacidades y conocimientos de parte de los actores sociales. Esto supone ciertas competencias técnicas para tratar conflictos, definirlos, informarlos y resolverlos mediante acuerdos que suponen concesiones mutuas, y su respeto. También, y en relación con la función de la escuela, implica rever la relación que docentes y alumnos establecen con el conocimiento “… en un reto que podría permitirle al estudiante transitar de un modelo de imposición y repetición de contenidos a procesos de construcción social guiados por la iniciativa individual y colectiva y por la creatividad. Ésta es también la vía del pensamiento crítico y del diálogo constructivo en las escuelas”*8.
“Existe entre los jóvenes un capital cognitivo que no circula y no se reconoce, mientras prevalece en los sistemas educativos un capital cultural desactualizado que se reproduce ritualmente y bloquea las formas emergentes en las que los jóvenes construyen sus saberes. De ahí la importancia de habilitar espacios y opciones de participación juvenil en la producción de sus propias “epistemes”. Ser sujetos, y no sólo objetos de conocimiento, es prioridad en el reconocimiento que la sociedad debe hacer de la participación de los jóvenes. Éstos están capacitados para ser agentes de reflexividad ampliada, vale decir, promotores del conocimiento de sus sociedades y sus comunidades para tener la oportunidad de investigar e incidir en las propuestas de sociedad con sus propias visiones y destrezas. *9
Dina Krauskopf afirma que las instituciones del Estado, tan mal valoradas por los jóvenes, tienen que abrirse a las demandas y aspiraciones juveniles, y a los cambios en tales demandas y aspiraciones. Ante la creciente individualización y el descentramiento de la política como eje articulador de la participación social, las juventudes contemporáneas buscan la participación en órbitas que están a distancia de la política estatal y pública: grupos de encuentro, foros sociales, iniciativas comunitarias, movimientos locales juveniles, voluntariado juvenil, alianzas entre jóvenes, ecologistas e indigenistas. Y en ello los jóvenes apuestan a lo político como espacio escindido y exterior respecto de las instituciones clásicas de la política. También, esta autora señala la importancia para la participación juvenil de contar con espacios de reflexividad, donde sean los propios jóvenes quienes generen conocimiento para incidir en la deliberación pública y propiciar cambios en sus vidas.

Propiciar el ejercicio de la libertad política en los jóvenes supone la construcción de criterios para evaluar la realidad social, para analizar la pertinencia y eficacia de las instituciones, para participar en la deliberación sobre el camino para arribar a una sociedad más justa. Esto implica entender la “buena ciudadanía” como un conjunto de prácticas sociales de ejercicio del poder y construcción de poder colectivo”. *10
Si bien la participación es una condición indispensable para la construcción de una ciudadanía sustantiva, esta debe ser genuina y crítica para que incida en el rumbo de la vida de cada sujeto y de su comunidad. Este tipo de participación debe ir más allá de lo formal, de lo procedimental; y debiera pensarse para todos los colectivos que involucra la escuela: alumnos, padres y docentes.
Hay toda una historia de vinculación de alumnos, padres y docentes con el hacer escolar. En ella predomina una posición de poder de los docentes frente a alumnos y padres. Una relación asimétrica en la que se convoca a padres y alumnos para informar o conversar especialmente sobre omisiones o faltas. Somos mínimas las convocatorias para efectuar consultas, recepcionar propuestas, delegar atribuciones o cogestionar la escuela. Si a esta posición se suma la pérdida de credibilidad para muchos sectores acerca de la vinculación de la promesa de la educación y el acceso al mercado laboral, y a la caída del prestigio de los docentes, el terreno de encuentro de los actores escolares se muestra lleno de incertidumbres y desencuentros. Cada actor ve con sospecha y culpabiliza al otro de los fracasos que se experimentan en la misión educadora de la escuela.
En este sentido, en el plano de las representaciones que cada sector tiene del otro, la escuela debe revisar su cultura y los mecanismos de exclusión que se generan en su cotidianeidad como acto previo a impulsar un proyecto de participación ampliada. Debe revisar la mirada desvalorizante del “otro”, mirada que clausura, que lo configura a partir de sus carencias, y que hace impensable la institucionalización de espacios genuinos de participación.
La ciudadanía y el posicionamiento ante el “otro”
Introducir la ética de Emmanuel Lévinas en el planteo de la participación de los actores institucionales en un proceso de construcción de lo común, constituye una invitación a correrse del lugar del saber acerca de los demás y a abrirse a la novedad del encuentro con los otros. Sólo desde esta posición puede acontecer la autorización y el reconocimiento, bases de la participación genuina.
E. Lévinas postula que el encuentro con el Otro es un "acontecimiento fundamental". Para este filósofo la relación con el Otro no debe realizarse desde el entendimiento o las categorías racionales de uno, porque son totalizantes y lo transforman en un objeto opacando su originalidad; son concepciones en las que no es posible dar legitimidad al status del otro como absolutamente otro, sino que, por el contrario, siempre se intenta subsumir lo Otro a uno mismo. Para lograr afirmar el Otro, Levinas propone la relación ética que es una especie de fenomenología del rostro del otro. Sólo la relación ética del cara a cara hace posible afirmar la trascendencia del Otro. Sólo nos es dable concebir al Otro como absolutamente Otro, como excepcionalmente Otro, como sorprendentemente Otro, como perteneciendo a un estatus no equivalente al mío. Otro es aquel ante cuyo llamado, exigencia o requerimiento, sólo se puede estar dispuesto y a su servicio, sin que en esta respuesta pueda entrar en juego la libertad de uno. Levinas señala – en palabras de J. Aguirre García y L. Jaramillo Echeverri, - “… cómo la palabra sobre el ser humano tiene que estar pronunciada mirando el rostro del Otro; el rostro es quien valida mi discurso. Todo discurso pronunciado de espaldas al Otro, así sea útil, es un discurso falto del compromiso y, en ese sentido, un discurso ajeno al hombre y mujer concretos”.*11
La filosofía de Lévinas en relación al Otro es una ética necesaria para un espacio de participación que aspira a ser abierto e inclusivo.

A modo de conclusión
Pareciera entonces que la democracia representativa o nominal, por sí no resuelve el problema de la desigualdad. Pensar esto al interior de las escuelas es imaginar que sólo con la creación de órganos integrados por todos los actores sociales es suficiente para incluirlos y construir un proyecto escolar que los promueva. También en nuestras escuelas se manifiestan operaciones simbólicas, representaciones, que inhabilitan a algunos y dejan resquicios para la aparición de conflictos intolerables a las formas de expresión o reclamo que pensamos para la escuela. Estas manifestaciones podemos verlas como desvíos o patologías individuales, como el fracaso de la palabra y la comunicación, como una falta de apropiación del espacio escolar o como un cuestionamiento a un orden escolar que no se siente justo e incluyente. Lo escolar se nos presenta como un campo de tensiones y desencuentros entre sus actores que debería llevar a preguntarnos cómo transformar esa resistencia o malestar en oportunidad para repensar cómo construimos lo público en la escuela (que es también un espacio público); cómo, un nuevo orden institucional abierto, conflictivo y plural que se asiente en la participación activa de sus integrantes.
Del lo anterior se desprende que la decisión de favorecer la participación de los estudiantes en la vida cotidiana escolar e inclusive en su gobierno conlleva un paso previo y un acuerdo institucional: pensar y clarificar el por qué y para qué se va a educar ciudadanos.
Otra cuestión vinculada es reflexionar sobre algunas cuestiones que debieran debatirse en las escuelas como pre-requisitos de la búsqueda o el inicio de construcción de la participación política en este ámbito: sólo como el deseo de una “vanguardia” de adultos docentes y del directivo; sólo como aplicación de la política educativa que se baja desde el Ministerio de Educación, o también debiera ser un deseo y necesidad del resto de los actores sociales involucrados: alumnos, padres, no docentes.
La construcción de la ciudadanía en el espacio escolar se nos presenta hoy como una necesidad para profundizar la democracia en los actuales contextos de desigualdad, para pensar en proyectos de comunidad inclusivos en los que los sujetos accedan a los derechos que una vida digna requiere. Pero esto sólo es pensable en tanto sean los mismos sujetos los que protagonicen esa búsqueda a través de la participación política, cuyas formas y contenidos no pueden ser pre-establecidos sino surgir de ámbitos abiertos de beligerancia, contraposición de argumentos y construcción dialógica.
¿Estamos preparados los docentes para reconocer a los Otros? ¿Para distribuir nuestro espacio de poder? ¿Estamos preparados para autorizar la palabra de los jóvenes con sus modos de vincularse a la realidad y las nuevas formas de ejercer la ciudadanía?
Estos y otros interrogantes pretenden ser estímulos proactivos en la búsqueda de un cambio para nuestras instituciones que deben reconstruir su sentido en y para el proyecto vital de los sujetos que alberga y las comunidades de las que forman parte.

CITAS
*1 Ruiz Silva, A. (2009): Retos y posibilidades de la formación ciudadana. En Construcción de ciudadanía política en la escuela: herramientas conceptuales y estrategias didácticas para América Latina, CAICYT CONICET (http://ecursos.caicyt.gov.ar), Argentina.
*2 Carnovale, V. (2009): Dimensión histórica de la ciudadanía. En Construcción de ciudadanía política en la escuela: herramientas conceptuales y estrategias didácticas para América Latina, CAICYT CONICET (http://ecursos.caicyt.gov.ar), Argentina.
*3 Ruiz Silva, A. (2009): op.cit.
*4 Fleury, S. (2004): Construcción de ciudadanía en entornos de desigualdad. En Revista Instituciones y Desarrollo Nº 16 . Instituto Internacional de Gobernabilidad de
Catalunya. Barcelona, España.
*5 Ruiz Silva, A. (2009): op.cit.
*6 Siede, I. (2009): Enfoque didáctico de la formación ciudadana. Estrategias. En Construcción de ciudadanía política en la escuela: herramientas conceptuales y estrategias didácticas para América Latina, CAICYT CONICET (http://ecursos.caicyt.gov.ar), Argentina.
*7 Calderón, F. (1995): Sociedad sin atajos. Paidós. Bs. As. Argentina. Citado en Fleury, S. Construcción de ciudadanía en entornos de desigualdad. Op.cit
*8 Siede, I. (2009): op.cit.
*9 Krauskopf , Dina (2008). Dimensiones de la participación en las juventudes contemporáneas latinoamericanas. Rev. Iberoamericana Nº3.
*10 Siede,I. (2009): op.cit.
*11 García, Juan C. y Jaramillo Echeverri, Luis G. (2009): El Otro en Lévinas: una salida a la encrucijada sujeto-objeto y su pertinencia en las ciencias sociales. En Construcción de ciudadanía política en la escuela: herramientas conceptuales y estrategias didácticas para América Latina, CAICYT CONICET (http://ecursos.caicyt.gov.ar), Argentina.

Fuente: http://www.buenastareas.com/ensayos/Reflexiones-En-Torno-A-La-Ciudadan%C3%ADa/306270.html

Fuente: D.G.C. y E.

CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA

 ALGUNAS APROXIMACIONES CONCEPTUALES:
 “Es pertenecer a una comunidad y vivir en ella“.
 “Se relaciona con los derechos y obligaciones, como el de la educación y el estudio, el derecho a trabajar y la obligación de ser responsables"… Ayuda a la construcción de la convivencia dentro de la escuela y a llevar lo aprendido a la vida cotidiana".
 “Cuando lo aprendido nos ayuda a saber reflexionar sobre nuestras vidas y sobre todos los aspectos que esta abarca: políticos, sociales, económicos".
 “Otra contribución de la escuela sería el aporte que nos da, en muchos casos, para la prevención".
 “Significa la construcción de un compromiso de acuerdo a lo que necesitamos".
 “La ciudadanía es el derecho a tener una familia, una casa, pertenecer a una sociedad y vivir dentro de normas. Poder expresar ideas y aprender a opinar".
 “La ciudadanía se construye siempre en grupos, nunca solos".
 “Es crecer en libertad, pero teniendo en cuenta los derechos de los demás"
 “Es fomentar el sentido de pertenencia a una cultura"
 “Saber leer es una condición de ciudadanía".
 “La ciudadanía no se construye, en realidad se enriquece. Vemos necesario para enriquecerla la comunicación y el respeto entre los integrantes de la institución y su contexto".
 “Desde el sentido que cada uno le encuentre, es preparación para el desempeño profesional"
 “La construcción de ciudadanía no es exclusiva de la actividad escolar porque ya se inicia en el entorno familiar"… ”Empezamos a ser ciudadanos en la escuela, calle, club.
 “Democracia, protesta, respeto, honestidad, tolerancia, solidaridad, son ingredientes de la ciudadanía"
 “Justicia, solidaridad, igualdad sin excluir, libertad de expresión son componentes"
 “En algunas instituciones es un tema ausente"
 “Se construye ciudadanía fomentando el sentido de pertenencia. Recuperando la Identidad Nacional”.
 PARTICIPACIÓN/ RESPONSABILIDAD: “La participación es la forma de construir ciudadanía”… “Participando en actos ciudadanos”… “Desde la participación colectiva, evitando los individualismos”… “Cuando se fortalece la integración y la solidaridad”… ”Siendo útiles desde el lugar en que uno está, con lo que tiene”… “Desde las tomas de decisiones compartidas”… ”Desde la interacción”… “Llevando a la práctica las ideas. Convirtiéndolas en acción”… ”Ejercitando y desarrollando la participación respetuosa y de interacción positiva, no discriminando, tolerando, reconociendo al otro, respetando la democracia”… ”Trabajando sobre las problemáticas sociales o las diferencias individuales, pero lo predominante es el sentimiento por querer cambiar algo”… ”Generando responsabilidad en las acciones que se encaran”… ”Cuando se fomenta la conciencia de la responsabilidad y el respeto”… ”Cuando las actividades se desarrollan desde el compromiso con la realidad social”… ”Elaborando códigos, revisándolos, reelaborándolos con la participación de todos”… ”Participando en y con la sociedad”… “Formar parte de un Centro de Estudiantes genera responsabilidades que también existen en la sociedad”… ”Si somos indiferentes a la realidad de nuestra escuela, seremos indiferentes cuando seamos ciudadanos plenos”… ”Participando de manera activa y expresándose libremente”… ”La escuela no propicia la participación auténtica”… “Asumir y adjudicar roles. Cumplir horarios y reglamentos”… ”Tomando conciencia de la realidad social para cambiar con el esfuerzo de todos, lo que perjudica a todos”… ”Participación responsable en acciones educativas"… “Los adolescentes sabemos lo que sucede local, nacional e internacionalmente y tenemos nuestras ideas y proyectos para cambiar aquellas cosas que no nos gustan. Se necesita la guía y tiempo que dispense un adulto referente”… ”Evitar la cultura del facilismo. Reivindicación del esfuerzo diario para formar o crecer con autonomía cada vez mayor".

 OPCIONES/ ELECCIÓN: “Desde la oportunidad de optar de acuerdo a las oportunidades ofrecidas”… ”Elegir, planificar, participar en la trayectoria del nivel (Polimodal)…”Poder elegir más allá de lo que nos conviene o no. Libre elección”… ”En las escuelas generalmente hay Centros de Estudiantes que elegimos democráticamente y que nos representan. Este es un ejercicio de preparación para la elección política, nos prepara para un aspecto de la ciudadanía”… ”Crear conciencia de responsabilidad, motivando la participación”… ”El Consejo Estudiantil nos permite ejercer la democracia en pequeña escala”… ”En la escuela pedimos clases de "Educación Social” pero nos dijeron que no podían. Nos ponen barreras y nos genera desinterés. No le dan importancia”… ”Si uno va a pedir una materia o algo que le interese a los adolescentes, los directivos dicen “que viene todo de arriba" (normativas), por lo cual me pregunto si las personas que están arriba saben cuales son las inquietudes que los adolescentes tienen”… ”En mi escuela hay una materia que enseña a pensar y tiene distintos talleres”… ”Nosotros también tenemos una materia para poder expresarnos”… ”Posibilitando intercambio en horarios extra escolares en ámbitos comunes, a los que todos concurren de manera habitual”… ”Hay que sentir los espacios como propios”… ”Pensar con actitud crítica siendo protagonistas"… “Si, nos sentimos ciudadanos, pero no podemos ejercer responsabilidades. Después de los dieciocho, podés votar. Ciudadanos somos todos, pero no podemos ejercerlo. Aunque se hagan proyectos, nosotros no tenemos una palabra fuerte"…

 NORMAS-LEYES: "Las normas y la Constitución determinan qué se puede hacer y qué no”… “Desde la convivencia y las votaciones, porque uno elige”… ”Conociendo los derechos y las leyes para entenderlas”… ”Aportando normas, reconociendo leyes, obligaciones y derechos. Valores”… ”Cumpliendo derechos y obligaciones”… ”Respetando y haciendo respetar los derechos que establece la Constitución”… ”Conociendo los derechos y garantías de la Constitución Nacional, que nos reconoce como ciudadanos”… ”En la escuela sabemos hasta donde llegamos. La escuela nos pone límites, pero está bien, porque a veces los jóvenes no sabemos hasta donde llegar. Quizás porque no tenemos un espacio”… ”Presentar proyectos generados por adolescentes a la Legislatura”… ”Un ciudadano activo es el que puede ejercer sus derechos y sus obligaciones”… ”Como construcción es algo que está en proceso y toma forma día a día. Debemos empezar a ser críticos con respecto a los ideales, a la política, a la sociedad”… ”Respetar la Ley para vivir mejor”… ”Darse cuenta de lo que está bien y está mal con relación a las Leyes”… ”Dentro de la escuela, las normas son como un simulacro para luego actuar en la sociedad”… ”Cumplir horarios y reglamentos”… ”Actualización de las normas. No son moldes”… ”Armar normas grupales. Fundamentarlas

 DERECHOS-OBLIGACIONES: “Cuando se ejerce el derecho a trabajar, opinar, educarse, a tener un salario, atención de la salud, interrelacionándose para convivir, comunicarse y construir”… “Se construye en un intercambio de respeto, con derechos y obligaciones, con normas que regulan”… “En la búsqueda de equilibrio entre la sanción y el dejar pasar, cuando aparecen conflictos en la escuela”… ”Asumiendo derechos y responsabilidades”… “Derechos tienen todos, obligaciones… se comparten”… ”Haciendo valer los derechos de identidad, nacionalidad, del trabajo y la educación gratuita”… ”Cumpliendo las obligaciones de respetar la ley, trabajar y estudiar”… ”Aprender las reglas y respetarlas. Los adultos, también. Ej: Nos piden que los alumnos no fumemos, o que no usemos gorros, cadenitas y ellos sí lo hacen, fuman en preceptoría y usan lo que a nosotros nos prohiben”… ”Conociendo los derechos para hacerlos valer”… ”Cumpliendo obligaciones”… ”Construyendo democracia desde el derecho a opinar”… ”Defender los derechos, acatar las normas, cumplirlas”… ”Desde el conocimiento y ejercicio de los derechos ciudadanos y los señalados en la Convención de los Derechos del Niño y los Adolescentes, que lo posibilitan”… ”Haciendo saber sobre maltrato de profesores e instituciones”… ”Que los profesores no nos hagan perder el tiempo”… ”Enseñando a respetar la Ley”… ”Cambiando la actitud de los funcionarios”… “Damos ejemplos de ciudadanía cumpliendo los deberes y ejercitando nuestros derechos”… ”Por más que no tengamos edad, tenemos pensamientos muy válidos”… ”Tengo derecho a que la escuela cubra las necesidades de educación”… “Si la escuela no nos provee de los conocimientos y el acceso verdadero a ellos, nos estafa (así como el profesor y el sistema)”.

 COMUNICACIÓN: "Desde el diálogo, el intercambio de opiniones, el escuchar”… “En la escuela se construye desde el escuchar al otro, el convocar, dar posibilidades, integrar, no discriminar, considerar al otro, ayudando a la afirmación como personas”… ”La información y la comunicación, ayudan”… ”Escuchando todas las voces”… ”Incrementar la comunicación”… ”El colegio tiene que dar ejemplo de ciudadanía, difundiendo”… ”Valorizando los medios de comunicación independientes”… ”Relacionándonos e intercambiando ideas”… ”Debatiendo”… ”Tampoco hay vínculo con los profesores. Hay mucho autoritarismo”… ”Sintiéndonos escuchados, eso nos permite construir nuestros pensamientos y opiniones”… ”Fomentando las opiniones propias”… ”Fomentando el diálogo”… ”Hay que tomar conciencia de las diferencias culturales entre docentes y adultos, lo cual es un desafío constante"…

 IDENTIDAD-MEMORIA: "Desde la memoria activa sobre procesos históricos”… “Reconstruyendo ideas: Nación, Unidad, Memoria, Identidad”… ”Saber lo que pasa hoy: La historia se estudia como algo aislado y no como un proceso"… ”Propiciando relaciones interculturales”… ”La escuela debe permitir que el alumno forme su propia ideología, dando una buena educación cívica y crítica”… ”Hay que tomar conciencia de lo que significa cada fecha patria. Hay que encontrarles sentido: Ahora nos autorizaron a cantar el Himno Nacional con la versión de Charly García. A lo mejor, ahora van a cantar. Hay que rescatar que la canción une”… ”Desarrollando distintas actividades para construir la identidad ciudadana: murgas, hospital, charlas, etc.

 CONOCIMIENTO: “Conocer las distintas necesidades sociales”… ”Ayuda la información y la comunicación”… ”Uno aprende a ser ciudadano cuando lo lleva a la práctica”… ”Analizar los distintos puntos de vista, actitud crítica ante la realidad”… ”Creando cosas nuevas. Escuchando al otro, participando, comunicándose, integrándose”… ”Aprendiendo a opinar, a poner en palabras"… ”Confrontando opiniones, ideas”… ”Ejerciéndola. En la escuela no se ejerce la democracia”… ”Estudiando para saber”… ”Se construye cuando, sobre el análisis de la información recibida, se construye pensamiento propio”… ”Los ámbitos escolar y familiar ayudan a formar un ciudadano cuando permiten conocer cuáles son sus derechos, para hacerlos valer, cumpliendo sus obligaciones. Si bien todos tenemos los mismos derechos, en algunos sectores de la sociedad no se cumplen, quedan excluidos"… ”Desarrollando el juicio crítico para incidir en la realidad”… ”Desde la escuela, conociendo, participando”… ”Los jóvenes vemos la realidad desde abajo y los grandes la dibujan; quizás por resentimiento o por cosas que no son”… ”La escuela debería dar la oportunidad a sus alumnos para crecer intelectual y espiritualmente y brindar las herramientas necesarias para formarnos como buenos ciudadanos, aunque muchas veces, el sistema es deficiente y no logra alcanzar los objetivos esperados”… ”Así mismo, el colegio es parte de un conjunto: familia, escuela, sociedad, de cuya unión surge la formación de ciudadanía"… “Los que conducen las escuelas deben preocuparse por lo que hacen y deben tener en cuenta la realidad en que se vive”… ”Trabajando con el sentido de aplicación de los contenidos”… ”Se obtienen mejores resultados si se toma al alumno como ser humano y estudiante"… ”Cuando la escuela nos da herramientas referidas a los derechos y valores, para utilizarlas dentro de la sociedad, enseñándonos a compartir, a dar y recibir”… ”Con lectura. Conociendo como vivir con el otro”… ”La escuela enseña a ser críticos, solidarios, a formar identidad, a formar grupos, a aprender de los errores”… ”Cuando se enseña a través de la experiencia”… ”Participar en distintas tareas que pongan en práctica la teoría de la formación ética y ciudadana”… ”Enseñanza y práctica de valores morales, éticos y democráticos"

 COMPROMISO: "El compromiso como ciudadano parte de uno mismo, al jerarquizar valores como la solidaridad, responsabilidad, contención…Por eso, la verdadera construcción, no está en hablar sino en actuar”… “Desde el crecimiento personal en el respeto mutuo y la atención a las necesidades”… “Para contribuir a la formación de un ciudadano es necesario establecer un círculo funcional entre familia y escuela”… “Docentes que se abran al cambio que deviene de la realidad”… ”Abordando el tema de la discriminación presente en la escuela, los boliches, el barrio, la música y oponiéndose”… ”Desde el compromiso ciudadano”… ”Es un compromiso indubitable con la vida”… ”Cooperando, trabajando en equipo, rescatando la IDENTIDAD NACIONAL”… ”Haciendo devolución de los saberes que nos brinda la escuela”… ”A través del compromiso de ser personas íntegras, fomentando la cooperación y la autonomía, para insertarnos en una sociedad que nos exige actuar respetando a los demás”… ”Responsabilidad y compromiso de todos los integrantes del Sistema Educativo Provincial”… ”El ejemplo del profesor a veces no ayuda. Algunos sólo van por el sueldo"…

 CONSTRUCCIÓN": "Se construye a través de modelos, con conocimientos como justicia, respeto. También desde el derecho a decir lo que pensamos y opinamos”… “No se construye cuando se limita la realidad a un libro (profesor que solamente trabaja el contenido de su materia)”… ”Trabajando en conjunto para construir el cambio social”… ”Cuando la escuela ayuda. Cuando ayudamos a los demás”… ”Se llega a ser ciudadano a través de un camino, luego de un proceso. Se puede construir partiendo de conocer los derechos y los límites de éstos”… ”A través de diversas acciones construimos nuestra personalidad para llegar así a la ciudadanía”… ”Se construye ciudadanía colaborando, siendo solidarios, teniendo voluntad para hacer cosas”… ”Teniendo ideales”… ”La formación ciudadana es muy amplia, ayuda a la construcción el poner en práctica lo teórico que servirá para más adelante"

“Todos construimos ciudadanía. La socialización es ciudadanía: Uno es ciudadano desde el nacimiento". “Tener valores es ser ciudadano"… “La ciudadanía se construye diariamente en la relación con todos los integrantes de la escuela, el auto dominio, la actitud, el respeto, el cumplimiento de las normas, la solidaridad, el intercambio de vivencias."

 CONVIVENCIA: "Convivir con respeto mutuo”… ”Aprender a respetarse”… ”Aparecen distancias debido a la personalidad de cada uno, los intereses afines unen o distancian, se discrimina al distinto. Estas subdivisiones son reflejo de la sociedad que también refleja la escuela”… ”Permite aprender a convivir en la escuela desarrollando valores, derechos y obligaciones. A veces no aparecen valores, a veces hay acomodos y, a veces, exige respeto y no se da”… ”Respetando para que te respeten”… ”Construyendo acuerdos”… ”En las relaciones entre docentes y alumnos, cuando hay respeto mutuo”… ”Respeto por el código de convivencia escolar"… ”Cuando el profesor hace abuso de poder, el alumno le pierde el respeto."…

 ORGANIZACIÓN: “A través de los Centros de Estudiantes”… ”Consejos de Alumnos”… ”Armando comisiones para hablar con los profesores: Alumnos delegados. Notificando a los directivos sobre falencias que les comunican sus pares”… ”Se pone en práctica desde el momento en que la escuela te incluye en un grupo de trabajo”… ”Asociación Estudiantil”… ”Delegados por Curso”… ”Votar para elegir representantes".

 VALORES: “Algunos valores vienen de parte de la familia, no de la escuela”… ”Algunos profesores toman por ejemplo a otros, pretenden que los chicos también lo hagan”… ”Aprendiendo y desarrollando valores, en la casa, escuela, calle”… ”Desde el respeto por la vida y su proyección”… ”Se aprende por oposición. Cuanto menos cabezas demuestren valores uno se siente mal. Esto es común en todos los ámbitos, no sólo en el colegio; más ahora que está de moda ser de determinada forma”… ”Cuando tenemos oportunidad de formarnos cómo personas, sin diferencias”… ”Desarrollando valores como: confianza, tolerancia, trabajo”… ”No arreglar con violencia como se hace ahora. Valorar la amistad, formar al ciudadano desde la niñez, con valores”… ”Enseñando el respeto por el otro, el NO A LA DISCRIMINACIÓN”… ”Revalorizar la palabra Democracia en su intrínseco sentido”… ”Desde la coherencia entre el pensamiento y la acción de los adultos”… ”Respetando, ayudándonos, defendiéndonos”… ”Mediante la integración, la aceptación, porque uno suele integrarse y no aceptarse”… ”Se construye generando igualdad. Se trata de no discriminar”… ”Mejorar la escuela a través de valores”… ”Hacen falta modelos familiares y escolares”… ”La familia es una base importante en la formación como ciudadanos”… ”A través de las relaciones vinculares entre docentes y alumnos”… ”Valorar la formación familiar, escolar y comunitaria”… ”Aceptar el cambio entre los adolescentes de antes y los de nuestros días”… ”Con el dominio de la ética”… “No aceptando la corrupción”… ”Trabajando para el cambio en cuanto a corrupción. Capaz que el futuro sea mejor. Hay que tener paciencia y seguir “dándole duro”… ”Es tomar partido en “el asunto", concientizar al otro de lo que está haciendo y tratar de que cambie un poco. Estar seguro de lo que se hace”... ”No dejarse llevar”… ”Saber que quiero, para respetar a los demás”… ”Cuando se forma a la persona con una escala de valores”… ”No a la indiferencia, no a la discriminación"…

 PROYECTOS: “Todos los proyectos tienen, en mayor o menor medida, influencia en la construcción ciudadana”… ”Son disparadores de la necesidad de construir y respetar normas”… ”Se construye participando en diversos proyectos, sintiéndose “parte de". Aceptando las pautas de convivencia, trasladándolas del Colegio a la vida cotidiana”… ”Se vio a partir de los proyectos y de las exposiciones orales que todos construimos ciudadanía cuando participamos, somos flexibles, nos escuchamos”… “La escuela favorece la construcción de ciudadanía a través de la ejecución de numerosos proyectos”… ”Desde los proyectos se da la posibilidad de intercambiar con otras escuelas de otros contextos (rurales). Así también se aprende a ser ciudadanos”… ”Formulando proyectos que partan de los alumnos, con los alumnos”… ”Los proyectos aportan a la construcción de ciudadanía porque tienen una proyección hacia la propia formación participando en la problemática de la sociedad"…


CONCLUSIONES

 Convertirnos en ciudadanos comprometidos, solidarios y responsables debe llevarnos a la búsqueda permanente del bien común.
 De los mayores aprendemos. La discriminación se da en todas las escuelas, ya sea por la música que se escucha, discapacidad, nacionalidad, vestimenta, condición socioeconómica…Todos discriminamos; de los capaces aprendemos a discriminar, aceptemos y no seamos hipócritas. Todos los temas deben ser tratados en la escuela. El compañerismo y la contención de la escuela y los alumnos ayudan a mejorar los problemas, o a crear iniciativas para situaciones personales…
 A partir de este encuentro se observa que la información que emiten los medios sobre los jóvenes está parcializada y que no muestran la realidad de jóvenes que son responsables, críticos, que participan, trabajan y estudian para ser mejores ciudadanos, como se evidenció en este grupo.
 Nosotros, como adolescentes, para poder trabajar en cada uno de nuestros contextos, tenemos que empezar a sentirnos parte de la sociedad y trabajar activamente, reconociéndonos como recurso. Animarse a expresarse, contribuyendo a elaborar una sociedad igualitaria, formar una identidad a partir del respeto mutuo, reconociendo al otro…
 Creemos que en este momento, no sólo la escuela está cumpliendo un nuevo rol, sino que nosotros también debemos empezar a cambiar, a incorporar valores como la solidaridad, el sacrificio, el voluntariado, el compañerismo y, en especial, los temas que nos interesan, ejemplo: Compromiso con los temas que afectan a la sociedad, como la drogadicción.
 Revalorizar la escucha al adolescente. Aumentar el nivel de consulta hacia ellos para los planes y programas de nivel nacional y provincial. Pensar que no se transforma si primero no se comprende.
 Necesidad de conductas adultas más coherentes partiendo del Estado y sus representantes.
 Surgieron muchas problemáticas sobre nuestra sociedad que influían en el adolescente y no hicimos hincapié en éstas, porque luego del debate, llegamos a la conclusión que la fuerza de voluntad es lo más importante para lograr un cambio, un cambio rotundo, ya que nosotros, los adolescentes, queremos construir un futuro de paz y justicia para todos.
 Nosotros creemos que se debe dar un mayor espacio para la escucha de los chicos. También creemos que hay que empezar a respetar las normas de convivencia para que la sociedad del futuro sea mejor y más consciente del significado de la palabra "UNIÓN".
 Resumiendo todos los temas generales, definimos que se vive en una realidad que afecta a todos y, cuando decimos todos, están incluidos desde los más chicos hasta los adultos.
 Creemos que no hay que dejar pasar las pequeñas actitudes que en realidad, son las más importantes.
 Queremos libertad en el marco institucional. Participación real con compromiso incluso en los procesos de decisión.
 Libertad en el marco institucional.
 Los conflictos surgen por la no aceptación del otro tal cuál es: es necesario conocernos.
 Solidaridad en sentido amplio (dar al otro es darse uno mismo)… Dar al otro no pasa por dádivas materiales, sino por compartir opiniones, experiencias, juegos.
 Dicen que la esperanza no se pierde, pero a nosotros nos la están quitando… La esperanza no se pierde, las raíces están echadas.
 Por último: sabiendo quienes somos, llegaremos con éxito a esta meta que se llama vida.
 Para nosotros, ser ciudadanos, es ser integrantes de una sociedad, siendo partícipes de la misma, aceptando normas y ejerciendo derechos y viviendo en libertad.
 Es preciso aclarar que para nosotros ser ciudadanos encierra una realidad global. No sólo se debe tener en cuenta los derechos que nos son inculcados, sino que también debe existir un reconocimiento recíproco entre los integrantes de esta sociedad construida a partir del respeto, los valores en general… Rescatamos en general el valor de la familia y de la escuela para la formación de un ciudadano. Ambas unidades deben trabajar conjuntamente como guías.
 Todos los adolescentes coincidimos en mejorar como personas: Creemos que somos el futuro y estamos dispuestos a trabajar por ello.
 Este encuentro nos permitió expresar nuestros problemas y conocer a otros jóvenes que se preocupan por la situación… A veces uno piensa que es el único loco que se preocupa por cambiar la situación, pero se da cuenta que no es el único.
 En cuanto al tema propuesto: ”ciudadanía”, existe consenso que el paso por la escuela es fundamental para la construcción de la misma y que, con el compromiso que implica participar en la elaboración de los aprendizajes para toda la vida escolar, se refuerza el concepto de pertenencia, que, valga la redundancia, nos compromete en nuestra vida cotidiana.
 El sistema falla en un montón de cosas, pero para cambiar eso, debemos ser cuidadosos, nos comprometemos con la responsabilidad necesaria para poder acostarnos a dormir tranquilos.
 Más solidaridad entre los alumnos y los docentes, más posibilidades de acceso a las escuelas, colaboración del pueblo para el pueblo. Importancia de las ideas que salgan de los talleres y de los proyectos. Más encuentros, más campañas solidarias y de prevención… Si hacemos las cosas entre todos, va a ser mucho mejor que si las realizan unos pocos.
 La construcción de ciudadanía comienza en la escuela y el cambio para una sociedad mejor comienza por nosotros. Si participamos en las cosas de la escuela y la sociedad, aumenta nuestro sentido de pertenencia y mejora nuestra calidad de vida.
 Consideramos que la adolescencia es una etapa de nuestras vidas que debemos aceptar y enfrentar con derechos y obligaciones, teniendo como meta llegar a ser un buen ciudadano, lo que implica autonomía, creatividad, solidaridad y reflexión.
 En este contexto, el adolescente es el actor, que con el apoyo de la sociedad adulta puede llegar a construir un cambio y prepararse para luchar y defender su ideología, desinteresadamente.
 Todos coincidimos en la necesidad de tener un espacio para tratar en el ámbito escolar temáticas referidas a la realidad social y a la etapa adolescente, como etapa determinante de la construcción del ser persona y futuro ciudadano. Se plantea la necesidad de un espacio para compartir, no una clase. Un espacio para reflexionar y encontrar un apoyo y respuestas.
 Los adolescentes necesitamos que nos escuchen porque es una etapa muy difícil.
 Los adolescentes quieren y pueden cambiar la realidad social de las comunidades contando con el apoyo de la escuela, familia y otras instituciones, siendo partícipes de nuevas experiencias, como precursores del cambio, que todos anhelamos evidenciar en nuestro país.
 Sentimos que desde nuestra casa, nuestra escuela, construimos el concepto de ciudadanía a través de lo que podemos hacer, elegir, sentir, pensar, pero hasta ser mayores de edad, sentimos que no podemos ejercerla libremente. No tenemos una palabra fuerte. Pero por más que no tengamos la edad, tenemos pensamientos válidos.
 Nos damos cuenta que el respeto hacia el otro, hacia nosotros mismos, hacia nuestra identidad como país, se ha perdido. Es necesario que conjuntamente promovamos acciones, ideas que expresen nuestros sentimientos hacia la patria.
 Le otorgamos a la escuela un sentido fundamental en nuestra vida como facilitadora de la formación de personas dignas.
 Los espacios de representación en la escuela son un aprendizaje y una herramienta para aplicarlos en la vida en sociedad: centros de estudiantes, asambleas de trabajo, participación en las AIC.
 Desde la construcción de la ciudadanía, necesitamos que la escuela siga aportando y conteniendo a los alumnos, formando a sus docentes en el conocimiento y el respeto.
 La recuperación de La Nación depende en gran parte del compromiso social que hayamos asumido, del ejercicio de los deberes que nos comprometen, de la atención profunda de los temas que nos ocupan,

Fuente: www.puntaje.com.ar/.../CONSTRUCCION%20DE%20CIUDADANIA.doc

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