martes, 7 de diciembre de 2010

TENDENCIA DEMOGRAFICA MUNDIAL, programa Nº 35 del 3 de diciembre del 2010

Definición demografía
A partir de la definición de población puede deducirse una definición de la demografía, la cual estudiaría aquellos procesos que determinan la formación, la conservación y la desaparición de las poblaciones. Tales procesos, en su forma más agregada, son los de fecundidad, mortalidad y movilidad. La variedad de combinaciones de estos fenómenos, interdependientes entre sí, determina la velocidad de las modificaciones de la población, tanto en sus dimensiones numéricas como en su estructura.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Demograf%C3%ADa
LA ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN
La estructura demográfica muestra las características principales de una población en lo que se refiere a la composición por edad y sexo. Este indicador tiene repercusiones en el plano económico y social y se utiliza para medir la oferta de mano de obra de un país, e influye en las necesidades de diversos bienes y servicios.
Así, por ejemplo, un país donde predomine la población joven, deberá proveerse de mayores recursos en educación, ayuda familiar, etcétera. Por oposición, aquellos que presenten una mayor cantidad de población anciana (envejecimiento poblacional) se deberá destinar mayores recursos a jubilaciones y salud.
La estructura de una población es resultado de la interrelación entre natalidad y mortalidad, aunque además entran en juego otros indicadores como la fecundidad y la esperanza de vida, entre otros.
NATALIDAD Y FECUNDIDAD
El promedio mundial de natalidad es actualmente de 2,3%. Los mayores valores se presentan en África (Níger con 5,45%) y los menores en Europa (por ejemplo, Letonia con alrededor de 0,75%).
La tasa media de fecundidad es de 2,68 a nivel mundial y los valores extremos corresponden a Níger con 8 hijos por mujer, y a Bulgaria con 1,10.
En realidad, la natalidad y la fecundidad están disminuyendo a nivel mundial. Los países desarrollados presentan tasas bajas y relativamente uniformes. Ninguno tiene tasas superiores a 20% y la mayoría poseen un número medio de hijos inferior a 2,5. Un grupo de países europeos cuenta con dificultades para el reemplazo generacional.
En contraposición a esta situación, en los países en desarrollo la fecundidad todavía es alta pero no uniforme. Dentro de este grupo de países se distinguen dos grupos:
� aquellos con niveles muy altos de natalidad y fecundidad (más de 6 hijos por mujer), que en su mayoría corresponden a África y al SO de Asia, áreas rurales de economía tradicional;
� aquellos que presentan valores intermedios (entre 2,5 y 6 hijos por mujer), que pertenecen a las regiones más urbanizadas y de mayor nivel económico de América latina y del resto de Asia.
MORTALIDAD
La mortalidad es la cantidad promedio de fallecimientos que se producen en un año cada 1.000 habitantes. El promedio mundial estimado de mortalidad es de 90%, sin embargo, las mejoras en las condiciones sanitarias ha provocado una disminución de este porcentaje.
Sin embargo, existe un inconveniente, la tasa de mortalidad está profundamente influida por la estructura por edades. Por ejemplo, Suecia (1,05%) país con una elevada proporción de ancianos, puede tener una tasa de mortalidad más alta que India (0,9%), aunque el nivel sanitario sea mejor. Por lo tanto, es conveniente utilizar junto a la tasa de mortalidad otros indicadores como la tasa de mortalidad infantil y la esperanza de vida.
A su vez, la tasa de mortalidad adquiere características muy diferentes en los países desarrollados y en los países en desarrollo.
En este sentido, en los países desarrollados las tasas de mortalidad son bajas, uniformes y la esperanza de vida alta. No obstante, en los últimos años se ha producido un aumento de la tasa de mortalidad, sobre todo en los países europeos, debido al envejecimiento de la población. Las causas de muerte más comunes son las enfermedades del aparato circulatorio y los distintos tipos de cáncer.
En cambio, en los países en desarrollo la mortalidad es alta y la esperanza de vida presenta valores más bajos, incluso se observan mayores contrastes entre los países. África es el continente que presenta las peores situaciones con respecto a estos indicadores, debido a que las enfermedades infecciosas, parasitarias y respiratorias producen todavía la mayoría de las muertes.
Fuente: http://www.portalplanetasedna.com.ar/poblacion05.htm
CADA VEZ NACEN MENOS BEBÉS EN EL MUNDO
Uno de los inconvenientes más grandes que enfrenta el mundo actual es la baja tasa de nacimientos a nivel mundial, un problema demográfico con consecuencias incalculables tanto a nivel social como económico. El rol de la fertilidad.

La población mundial viene en baja y enfrenta una gran amenaza: las estadísticas muestran que en el futuro las poblaciones pueden tener más cantidad de personas mayores que niños nacidos tendiendo a un envejecimiento general de la población mundial y a una fuerte baja en el crecimiento demográfico. Cerca de la mitad de las naciones del mundo con más de un 40% de la población mundial hoy tienen tasas de nacimiento menores y las tasas de fertilidad van en descenso en la mayor parte de los países desarrollados donde, sin embargo, los investigadores predicen un crecimiento sostenido de la población.
“Alrededor de 1950 empezaron los grandes cambios con la aparición de la anticoncepción, es decir, la mujer podía recurrir a detener su fertilidad y planear cuándo tener una familia, se comenzó a dilatar la búsqueda del embarazo para poder trabajar y crecer profesionalmente antes del primer embarazo. A partir de ahí comienzan los grandes cambios y el primer gran cambio está relacionado con que la mujer empezó a hacer cosas que dilataban necesariamente la búsqueda del embarazo. Es muy común hoy en día que la pareja empiece a buscar su embarazo después de los 30 años y para entonces ya han perdido su fertilidad máxima. Por supuesto a los 30 la fertilidad todavía es alta y es poco probable que tengan problemas”, explica el Dr. Sergio Pasqualini, médico ginecólogo especialista en fertilidad y Director Médico de Halitus Instituto Médico.
Mientras en países como China se vieron obligados a tomar medidas por la superpoblación, otros países de Europa enfrentan la situación contraria y, desde los gobiernos, han salido al cruce. En Rusia, el gobierno otorga subsidios mayores por mayor cantidad de hijos e, incluso el pago de 18 meses de licencia por maternidad equivalente al menos al 40% del sueldo materno. En Alemania surgió el proyecto de otorgar un año de licencia por maternidad paga para mujeres trabajadoras. Australia, Francia y Suecia también han introducido distintos montos como un “bonus” para aquellos padres que decidan tener mayor cantidad de hijos. Pero los incentivos no alcanzan y las parejas, que comienzan cada vez más tarde con el proyecto de familia, ya sea por problemas económicos, de tiempo o simplemente por decisión en la planificación familiar, cada día buscan menos hijos, y a veces, hasta una vida sin ellos. El descenso en la cantidad de nacimientos ya ha comenzado a reducir las poblaciones de distintos países y esto amenaza con convertirse en una tendencia mundial.
“Creo que además es importante resaltar que las parejas no sólo buscan tener menos hijos o incluso ninguno sino que también se comienza la búsqueda más tarde y entonces se presentan mayor cantidad de dificultades para embarazarse. A partir de los 40 años la función ovárica de la mujer comienza a declinar y aunque el recurso de un óvulo donado puede resolver algunos inconvenientes e incluso reducir el riesgo de problemas genéticos que es más alto en mujeres de mayor edad, las bajas tasas de éxito de embarazo entre las mujeres de mayor edad y el aumento del riesgo de complicaciones durante el embarazo llevan a que nosotros, los médicos, no sometamos a tratamiento a todas las mujeres que quieren ser madres después de los 40 o 50 años. Es indispensable una evaluación del estado físico y psicológico de esas mujeres”, sostiene el Dr. Sergio Pasqualini, Director de Halitus Instituto Médico.
Latinoamérica y Asia siguen la tendencia
Si bien Latinoamérica y Asia se habían ubicado por fuera de esta tendencia característica de los países más desarrollados, la baja también comienza a sentirse. Y a esto se le suma un descenso en las tasas de fertilidad en países desarrollados que ha despertado el interés de los científicos y miembros del gobierno que han comenzado a buscar cómo establecer incentivos para lograr agrandar las familias. A esta tendencia mundial se le suma otra, no de menor importancia: la de las parejas que, por diferentes razones, deciden vivir sin hijos. A medida que las mujeres aumentaron su participación en el mercado laboral y el acceso a la anticoncepción, la demora en los tiempos de búsqueda del primer hijo se postergaron reduciendo así los tiempos e inevitablemente la cantidad de hijos gestados. “La postergación de la maternidad hasta el límite de las posibilidades físicas de la mujer y el surgimiento de mayor número de parejas para quienes la realización personal es el objetivo principal y deciden vivir sin hijos, influyen en las mismas estadísticas que marcan un fuerte descenso de la población mundial. El sistema reproductor comienza a funcionar en la pubertad, cuando la mujer empieza a menstruar, pero el mecanismo todavía funciona irregularmente, por eso cuando se producen embarazos adolescentes o de mujeres de más de 38 años, se producen los dos picos de riesgo de malformaciones fetales. ¿Cual es la edad ideal o su fertilidad máxima? Es a los 25 años, de los 25 a los 30 baja muy despacito, de los 30 a los 35, un poco más marcado y a partir de los 35 se produce un descenso haciéndose mucho más brusco a partir de los 38 o 40. Tanto es así que por estadísticas el 50% de las mujeres de 37 años va a tener dificultades para embarazarse si es que busca un embarazo en esa etapa. Es decir, es una incidencia alta.”, asegura el Dr. Pasqualini. Hoy en día, esta decisión y la baja en las tasas de fertilidad llevaron a más de un país a proponer “bonus” a familias numerosas o incentivos para el crecimiento familiar. Y aún así la tendencia continúa.
¿Cómo medir?: Tasa de fertilidad
Los especialistas en demografía se basan en parámetros llamados Tasa Total de Fertilidad, la cual toma un país y un año y mide el promedio de niños que una mujer criará a lo largo de su vida según un comportamiento tipo para mujeres de esa edad en ese año. Al comparar las tendencias de un año a otro pueden establecerse tendencias de fertilidad. Si la población no crece llegará un punto en que los padres deberán reemplazarse a sí mismos y la cantidad de personas añosas será mayor que la población activa generando un fuerte cambio social y un posible desastre económico. “Nadie habla de la necesidad de información sobre temas de fertilidad y cómo eso influye en las estadísticas también. No puede perderse de vista que según publicó el diario Perfil hace unos meses, según una encuesta realizada a más de 17.000 personas en once países y cuatro continentes, entre las cosas que se ignoran se destaca el momento en que empieza a declinar la fertilidad de la mujer. Esa misma nota sostenía que en nuestro país solamente el 8% de los 300 encuestados sabía la respuesta y que otra encuesta realizada a nivel mundial por la Asociación Estadounidense de Infertilidad mostró que el 50% de las parejas son infértiles a los 37 años y que ese porcentaje asciende hasta el 90% a los 42 años. Todo eso debe tenerse en cuenta al hablar de las tasas de fertilidad en el mundo, sobre todo con el aumento de la postergación de la maternidad”, expresa el Dr. Pasqualini.
Según los demógrafos, para tener un nivel de reemplazo de la población la tasa de fertilidad de un país debería rondar los 2.1. Hay muchos países con tasas menores a este número: Rusia tiene 1.28, Polonia 1.25, Alemania 1.39, Australia 1.76, Japón 1.25. Sólo los Estados Unidos llegan a la marca con 2.09. Nuestro país está dentro del grupo de países con menor tasa de fecundidad, aunque existe gran disparidad entre las diferentes jurisdicciones de Argentina, por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires es 1.39 pero en Misiones es de 3.15. La tasa utilizada corrientemente es la tasa de fecundidad, esto es, el promedio de hijos por mujer. Entonces, según datos del INDEC la Tasa Global de Fecundidad, proyección 2005-2010, es de 2.3 y esto aún nos pondría por fuera de la tendencia mundial.
“También debe tenerse en cuenta que la educación sexual es importante porque si se le pregunta a las mujeres en general si saben cuál es el momento del ciclo para embarazarse, la mayoría no lo saben por lo tanto cabría suponer que tampoco van a saber que la fertilidad es diferente a los 35 años que antes”, expresa el Director de Halitus Instituto Médico.
Una de las soluciones que aparecen a nivel mundial es la inmigración dado que las estadísticas marcan que las tasas de fertilidad de los inmigrantes son más altas pero rápidamente se adaptan a las del país que los recibe y bajan. Para tener un efecto sustancioso sobre esas tasas sería necesaria una inmigración masiva, lo cual es absolutamente inaceptable para la mayor parte de los países en cuestión. Así las cosas, la única solución que aparece como posible es el aumento de nacimientos. Es por ello que desde el gobierno, distintos países han creado una serie de beneficios adicionales para aquellos que decidan agrandar la familia. Si bien los estudiosos no logran ponerse de acuerdo sobre si estos incentivos funcionan o no, los gobiernos de distintos países continúan implementando este método en busca de una solución. Pero no hay consenso sobre si todavía hay tiempo para revertir esta tendencia.
Fuente: http://www.sentirypensar.com.ar/nota230.html
INFORME DEL DEPARTAMENTO DE ASUNTOS ECONOMICOS Y SOCIALES DE LA SECRETARIA DE LAS NACIONES UNIDAS

Según la Revisión de 2006, la población mundial seguramente aumentará en
2.500 millones de habitantes en los próximos 43 años, pasando de los actuales 6.700 millones a 9.200 millones en 2050. Este aumento equivale al total de población que había en el mundo en 1950 y corresponderá sobre todo a las regiones menos desarrolladas, cuya población se prevé que aumentará de 5.400 millones en 2007 a 7.900 millones en 2050. Por el contrario, la población de las regiones más desarrolladas se mantendrá al mismo nivel, es decir, en 1.200 millones de habitantes, y sufriría una disminución si no fuera por la migración neta prevista desde los países en desarrollo a los países desarrollados, de un promedio de 2.300.000 personas al año a partir de 2010.

Como consecuencia de la disminución de la fecundidad y del aumento de la longevidad, las poblaciones de un número cada vez mayor de países están envejeciendo rápidamente. Entre 2005 y 2050, la mitad del aumento de la población mundial se deberá al aumento de la población de 60 o más años de edad, mientras que el número de niños (personas de menos de 15 años de edad) sufrirá una ligera disminución. Por otra parte, en las regiones más desarrolladas, se prevé la casi duplicación de la población de 60 años o más (de 245 millones en 2005 a 406 millones en 2050), mientras que la de menos de 60 años seguramente descenderá (de 971 millones en 2005 a 839 millones en 2050).
La Revisión de 2006 confirma la existencia de dinámicas demográficas diferentes en las distintas regiones del mundo. A nivel mundial, la población sigue aumentando y habrá superado los 9.000 millones en 2050, pero en las regiones más desarrolladas apenas varía y se producirá un notable envejecimiento. Como ya se ha señalado, prácticamente todo el crecimiento demográfico está ocurriendo en las regiones menos desarrolladas y especialmente en los 50 países menos adelantados, muchos de los cuales siguen teniendo poblaciones relativamente jóvenes que en el futuro previsible envejecerán sólo moderadamente. En el resto de los países en desarrollo se producirá un rápido envejecimiento de la población.
Bajo estas pautas diferentes de crecimiento y cambios en la estructura de edad subyacen tendencias claras de fecundidad y mortalidad. En las regiones más desarrolladas predomina la fecundidad por debajo del nivel de reemplazo, que seguramente se mantendrá hasta 2050. La fecundidad sigue siendo alta en la mayoría de los países menos adelantados y, si bien se prevé que disminuirá, seguirá siendo superior en esos países que en el resto del mundo. En los demás países en desarrollo, la fecundidad ha descendido de forma notable desde finales de los años sesenta, y en la mayoría de ellos se prevé que para 2050 se habrá llegado a un nivel por debajo del nivel de reemplazo.
En los países del mundo desarrollado con economías de mercado establecidas la mortalidad es baja y sigue disminuyendo, pero en una serie de países de economía en transición se ha estancado o incluso ha aumentado, en buena parte como consecuencia del deterioro de las condiciones sociales y económicas y, en algunos casos, a causa de la propagación del virus de inmunodeficiencia humana. La mortalidad está disminuyendo también en la mayoría de los países en desarrollo, si bien ha aumentado en los muy afectados por la epidemia del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). La epidemia del VIH/SIDA sigue propagándose. En la Revisión de 2006 aparecen 62 países con un número considerable de personas infectadas, frente a 60 en la Revisión de 2004 y 53 en la Revisión de 2002. Aunque la prevalencia del VIH en algunos países se ha revisado a la baja desde 2004 gracias a los nuevos datos representativos nacionales disponibles desde hace poco, el número de víctimas de la enfermedad es todavía alto y probablemente seguirá siéndolo, pese a la reducción prevista de la prevalencia.
El logro de una prevalencia más baja del VIH, conforme a las proyecciones, dependerá de que los gobiernos cumplan los compromisos contraídos en la Declaración del Milenio, aprobada en 2000, y la Declaración de compromiso en la lucha contra el VIH/SIDA, aprobada en 2001. En particular, el cumplimiento de las proyecciones sobre las tendencias demográficas dependerá de que aumente considerablemente la proporción de enfermos de SIDA que reciben tratamiento antirretroviral y del éxito de los esfuerzos por evitar que se siga propagando el VIH. Según la Revisión de 2006, 40 de los 62 países considerados muy afectados por la epidemia del VIH/SIDA están en África. Las proyecciones sobre los efectos de la enfermedad se basan en el supuesto de que 31 de los países más afectados lograrán suministrar tratamiento antirretroviral para 2015 al 70% o más de las personas con SIDA. En el resto de los países afectados, se prevé que los niveles de tratamiento serán inferiores, concretamente, que oscilarán entre el 40% y el 50% para 2015. Además, se presupone que las personas que reciban tratamiento sobrevivirán, como promedio, 17,5 años en lugar de los 10 años habituales si no se recibe tratamiento. Principalmente como consecuencia de estas hipótesis, y debido a la revisión a la baja de la prevalencia del VIH/SIDA en los países de los que se han podido obtener datos nacionales representativos sobre la epidemia, se calcula que habrá unos 32 millones de muertes menos entre 2005 y 2020 en los 62 países más afectados por la epidemia, según la Revisión de 2006, de las que se hubieran registrado de mantenerse la misma tasa de muerte que indicaba la Revisión de 2004. Estos cambios también contribuyen a que las proyecciones demográficas para 2050 sean más altas en la Revisión de 2006 que en la de 2004 (de 9.200 millones, frente a 9.100 millones). El cumplimiento de las variantes medias de las proyecciones contenidas en la Revisión de 2006 también dependerá de que la fecundidad siga disminuyendo en los países en desarrollo. En la Revisión de 2006 se prevé que la fecundidad en los países menos desarrollados descenderá, en general, de 2,75 hijos por mujer entre 2005 y 2010 a 2,05 entre 2045 y 2050. La reducción prevista en el grupo de los 50 países menos adelantados es aún mayor: de 4,63 a 2,50 hijos por mujer. Para lograr esa reducción es fundamental ampliar el acceso a la planificación familiar en los países más pobres del mundo. La urgencia de lograr esa reducción prevista de la fecundidad cobra más importancia si se considera que, con una fecundidad constante a los niveles estimados para 2000-2005, la población de las regiones menos desarrolladas aumentaría a 10.600 millones en lugar de a los 7.900 millones previstos si desciende la fecundidad. Es decir, si no se produce una mayor reducción de la fecundidad, la población mundial se duplicará con respecto a la que había en 1950. Otras conclusiones importantes del examen exhaustivo que se hace en la Revisión de 2006 de las tendencias demográficas mundiales hasta ahora y las perspectivas para el futuro se resumen a continuación.

Fuente: http://www.un.org/esa/population/publications/wpp2006/Spanish.pdf

Tendencias demográficas: panorama 2050
Para el año 2050, si el crecimiento anual de población se mantiene en 34 millones, la población planetaria alcanzaría los 9.100 millones de habitantes, un incremento del 40% respecto a la cifra actual. “La novedad es que la población mundial aumentará más de los previsto, es decir, 200 millones más de habitantes que en anteriores proyecciones, debido a la disminución de la mortalidad y el incremento de los nacimientos”, anunció Hania Zlotnik, directora de la oficina de Población del Departamento de Asuntos Sociales y Económicos de la ONU (DESA).

Actualmente, en el mundo habitan 6.500 millones de personas. El estudio considera que aunque la población de los países desarrollados permanecerá casi estable, en los pobres se registrarán cifras de crecimiento más altas.

En el año 2050 la esperanza de vida habrá alcanzado, globalmente, los 75 años (10 años más que la expectativa actual), pero la diferencia entre los países ricos y los pobres será notoria: mientras que para los primeros será de 82 años promedio, para los menos desarrollados llegaría a los 66 años. (En África meridional la expectativa de vida cayó de 62 años en el período 1990-1995 a 48 años entre 2000 y 2005).

Entre 2000 y 2005, la tasa de fertilidad en todo el planeta se estableció en 2,65 hijos por mujer, la mitad de lo que se registraba entre 1950 y 1955 (5 hijos por mujer). Se estima que esta tasa descendería, para 2050, a 2,05 hijos por mujer.

En los países industrializados (que representan el 19% de la población mundial) se estima que habrá, ese año, dos personas envejecidas por cada niño. La ONU prevé, asimismo, que en el futuro desciendan a 2,1 hijos por mujer los niveles de fertilidad en los países desarrollados, el nivel mínimo necesario para asegurar el reemplazo de la población. En 2050 la población de 51 países o áreas (incluyendo a Alemania, Italia, Japón y la mayoría de ex repúblicas soviéticas) se vería reducida respecto a 2005.

En 2050 serán 91 los países donde la edad media se situará por encima de los 40 años. En las naciones pobres, la proporción de mayores de 60 años aumentará del 8% actual a un 20%.

Para los países pobres el crecimiento será rápido, debido, entre otras razones, a las escasas medidas para controlar la natalidad. En los 50 países que entran en la categoría de “bajo desarrollo” la tasa actual de fertilidad (2,6) podría duplicarse, y hasta triplicarse en: Burkina Faso, Burundi, Afganistán, Congo, RD Congo, Chad, Timor-Leste, Guinea-Bissau, Liberia, Mali, Níger y Uganda (naciones donde se registra el mayor crecimiento poblacional del mundo). La mitad del crecimiento de la humanidad en los próximos 45 años será aportada por India, China, Pakistán, Nigeria, RD Congo, Bangladesh, Uganda, Estados Unidos y Etiopía.

Para alcanzar las conclusiones de este estudio, la DESA tomó en cuenta los resultados de los censos nacionales, las encuestas demográficas y las nuevas tendencias en fertilidad, mortalidad y migración.

Anticonceptivos para todas

El uso de métodos anticonceptivos ha aumentado en todo el planeta: un 52% de las mujeres (sean casadas o no) los utilizan en la actualidad, mientras que en la década de 1960 la proporción era de 38%. Mientras tanto, en las naciones pobres, el porcentaje de usuarias de métodos anticonceptivos era de 40% en la década de 1990, mientras que veinte años antes era sólo del 27%.

Más chinos que indios

El informe sostiene que China, con una natalidad promedio de 1,7 niños por mujer será superada en 2025 por India, que ahora registra 3 niños por mujer. Se estima que habrá 1.395 millones de personas en India para 2025 y 1.593 millones en 2050.

“Hemos dicho que India superará la población de China antes de 2050, pero la brecha se ha estado reduciendo cada vez más rápido, por lo que ahora decimos que esto ocurrirá antes de 2030”, afirmó Cheryl Sawyer, demógrafa de la ONU.

Europa Oriental en la retaguardia

Desde finales de la década de 1980 la mortalidad se incrementó en Europa Oriental, especialmente en Rusia y Ucrania, debido, en gran medida, a la diseminación del VIH/SIDA. Entretanto, la esperanza de vida en la región se sitúa actualmente en los 66,6 años de edad, por debajo de lo que se registraba entre 1955 y 1960. Esta parte del continente se encuentra entre las áreas del mundo desarrollado con niveles de fertilidad interiores a la tasa de reemplazo de población recomendable.

SIDA: arma de destrucción masiva

Se estima que en 2050, 278 millones de personas habrán muerto a causa del VIH/SIDA, a pesar de que la probabilidad de que el contagio de esta enfermedad se reduzca significativamente en el futuro próximo. “El SIDA es una enfermedad de destrucción masiva”, sentenció Joseph Chamie, de la División de Población de la ONU. Según Chamie, en los últimos diez años la pandemia ha provocado más muertes que cualquiera de los conflictos bélicos de este período. Esta enfermedad determinó que las Naciones Unidas rebajaran en 400 millones de personas las previsiones de crecimiento de la población mundial realizadas hace dos años.

Tendencias migratorias

De acuerdo al informe de la ONU para 2050 los inmigrantes en países industrializados como Estados Unidos, Nueva Zelandia y Canadá, permitirán equilibrar la baja tasa de natalidad.

Entre los países con mayor número de inmigrantes se encontrarán Estados Unidos con 1,1 millones anuales, Alemania con 201 mil, y el Reino Unido con 133 mil inmigrantes provenientes de países como China (333 mil), India (245 mil), México (304 mil), Indonesia (168 mil), Pakistán (173 mil) y Filipinas (180 mil). Entretanto, la población hispana y asiática en Estados Unidos se triplicará para el 2050, según un informe de la Oficina del Censo.

Los hispano-estadounidenses serán un cuarto de la población de Estados Unidos, que ascendería a los 420 millones (de 282 en 2000), y los blancos no hispanos serán 50,1% de la población en 2050, comparado con 69,4% hace cuatro años. Entretanto, se calcula que el número de afro-estadounidenses aumentará de 35,8 millones a 61,4 millones para 2050 (un incremento del 71%)

Fuente: http://guiactual.guiadelmundo.org.uy/informes/informe_100.htm

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