ROL DE LA EDUCACION
Vale destacar que el papel de la escuela es producir seres humanos y creativos, donde se requiere disciplina y responsabilidad. En la educación se encierra la única esperanza de conseguir personas más completas y económicas más competitivas así como sociedades democráticas más responsables y justas. Garantizar la educación de todos es función del estado, sin embargo la crisis educativa actual refleja un desinterés profundo por nuestro futuro. Como consecuencia de este abandono político pueden caer vertiginosamente los niveles de cobertura que en los últimos treinta años había convertido al sistema educativo de la Republica Argentina en el más alto de América latina. A todo esto hay que sumarle el desinterés general actual por la cultura que se ve reflejado en los niños que solo asisten a los colegios por la copa de leche o la merienda.
Los problemas educativos de los niños marginados constituye un grave problema social, porque perpetua el circulo de la pobreza y marginación, y un problema político porque la democracia se basa en la distribución equitativa de beneficios básicos como la educación y la salud y su consolidación se deteriora en sociedades con altos niveles de exclusión y marginalidad.
ROL DEL ESTADO Y LOS PADRES
Programa para prevenir la deserción escolar mendocino:
“Si un chico está en riesgo escolar porque no tiene zapatillas, indumentaria deportiva o abono de transporte hay que dárselo. El Estado debe cumplir con su rol de proteger el derecho educativo. Una vez que se haya realizado esto, queda la instancia de los padres. Ellos son los encargados de mandar a su hijo al colegio. Si no lo hacen estamos en condiciones de denunciarlos ante la Justicia”.
El Estado debe instaurar políticas sociales que protejan a los menores, garanticen la existencia de instituciones con sus recursos correspondientes, además de brindar espacios, mejorar las condiciones de los docentes y extender sus políticas a otras áreas como la salud, ya sea física como mental".
SOCIEDAD Y CULTURA
“Evitarás la deserción escolar” debiera ser el undécimo mandamiento. ¿Deserción Escolar? o ¿Fracaso de la Comunidad Educativa? Un poquitín la primera, un montonazo la segunda. Que un pibe abandone su vital proceso educativo debiera violentarnos, y debiéramos asociarlo inmediatamente a una situación que vulnera una seguridad elemental que el Estado debe garantizar: el derecho a estudiar. Tal vez se torne dificultoso pensar en esto en una sociedad que sólo anhela consumir y exhibir, en rituales desbordados de histeria, su propia capacidad de compra en comparación con otros. ¿Participar en espacios comunitarios de bien público -incluidos los partidos políticos- para mejorar nuestras formas de integración social? No, gracias.
No es necesario pararse a pensar mucho para darse cuenta de la gran influencia que ejerce sobre nosotros la sociedad, pues es ella sin duda la que marca los límites entre fracaso y éxito. Vivimos en una sociedad enormemente competitiva, con una clara tendencia a la valoración cuantitativa. Si a todo esto añadimos que se está fomentando una cultura del ocio y del consumismo, vemos que el conjunto desemboca en la falta de comunicación ya no sólo dentro del núcleo familiar, sino incluso fuera a veces. El número de horas que se pasa un niño delante de la TV, es mayor que las que pasa delante de los libros. Desde luego que niños criados en este tipo de ambientes no pueden generar más que estrés, tensión y nervios. Entró en crisis la idea de que la educación tiene el poder de torcer un destino, y hay que recuperarla".
Finalmente esta índole hace que el ser humano carezca de conocimientos históricos, en donde la ignorancia lo convierte en dócil objeto de la manipulación, que muchas veces favorece a diferentes sectores políticos y sociales.
El pensamiento resulta un agente catalizador capaz de disgregar la rutina, de desorganizar las costumbres o de socavar la fe y provocar el escepticismo más radical, sin lo cual jamás se alcanzaría la liberación.
LOS NIÑOS Y LA TELEVISION
El mirar televisión es uno de los pasatiempos más importantes y de mayor influencia en la vida de niños y adolescentes. Los niños en los Estados Unidos miran la televisión durante un promedio de tres a cuatro horas al día. Para el momento en que se gradúan de la escuela secundaria habrán pasado más tiempo mirando televisión que en el salón de clase. Mientras la televisión puede entretener, informar y acompañar a los niños, también puede influenciarlos de manera indeseable.
El tiempo que se pasa frente al televisor es tiempo que se le resta a actividades importantes, tales como la lectura, el trabajo escolar, el juego, la interacción con la familia y el desarrollo social. Los niños también pueden aprender cosas en la televisión que son inapropiadas o incorrectas. Muchas veces no saben diferenciar entre la fantasía presentada en la televisión y la realidad. Están bajo la influencia de miles de anuncios comerciales que ven al año, muchos de los cuales son de bebidas alcohólicas, comidas malsanas (caramelos y cereales cubiertos de azúcar), comidas de preparación rápida y juguetes. Los niños que miran demasiada televisión están en mayor riesgo de:
Sacar malas notas en la escuela
Leer menos libros.
Hacer menos ejercicio
Estar en sobrepeso
La violencia, la sexualidad, los estereotipos de raza y de género y el abuso de drogas y alcohol son temas comunes en los programas de televisión. Los jóvenes impresionables pueden asumir que lo que se ve en televisión es lo normal, es seguro y es aceptable. Por consecuencia, la televisión también expone a los niños a tipos de comportamiento y acititudes que pueden ser abrumadores y difíciles de comprender.
Los padres pueden ayudar a sus hijos a tener experiencias positivas con la televisión. Los padres deben de:
Mirar los programas con los hijos.
Escoger programas apropiados para el nivel
de desarrollo del niño.
Poner límites a la cantidad de tiempo que
pasan ante la televisión (a diario y por semana).
Apagar los programas que no les parezcan
apropiados para su niño.
Además, los padres pueden hacer lo siguiente: no permitir a los niños mirar televisión por horas de corrido; al contrario, deben de seleccionar programas específicos para los niños. Seleccionen programas que sean adecuados para el nivel de desarrollo de su niño. Los programas de niños en la televisión pública son apropiados, pero las novelas, las comedias para adultos y los programas de conversación de adultos no lo son. Establezcan ciertos períodos cuando el televisor esté apagado. Las horas de estudio deben dedicarse al aprendizaje, no son para sentarse frente a la televisión mientras tratan de hacer la tarea. Las horas de las comidas son tiempo para conversar con otros miembros de la familia y no para mirar la televisión.
Estimule discusiones con sus hijos sobre lo que están viendo cuando están mirando un programa juntos. Señáleles el comportamiento positivo como la cooperación, la amistad y el interés por otros. Mientras están mirando, hágale conexiones con la historia, libros, lugares de interés y eventos personales. Hábleles de sus valores personales y familiares y cómo se relacionan con lo que están viendo en el programa. Pídales a los niños que comparen lo que están viendo con eventos reales. Déjeles saber las verdaderas consecuencias de la violencia. Discuta con ellos el papel de la publicidad y su influencia en lo que se compra. Estimule a su niño para que se envuelva en pasatiempos, deportes y con amigos de su misma edad. Con la orientación apropiada, su hijo puede aprender a usar la televisión de una manera saludable y positiva.
Fuente:American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (AACAP)
ARTICULACION ENTRE NIVEL SUPERIOR Y MEDIO:
*Planes de estudio, profesores, etc. que permitan posibilitar a los estudiantes una adecuada transición del nivel medio al nivel superior proveyéndole las herramientas necesarias para enfrentar los nuevos requerimientos académicos del nivel superior.
*Porque las dificultades que los alumnos declaran tener en el aprendizaje durante el primer año, son: "la capacidad de síntesis"; "la forma de estudiar" y "la comprensión de textos". Dificultades en la expresión oral y en la expresión escrita. Hay demasiados comportamientos que deben cambiar, desde lo actitudinal, conceptual y procedimental, que quizá fueron útiles en la etapa previa, pero que en la nueva deben modificar.
GNERACION NI NI
No sólo no trabajan ni estudian, sino que tampoco están por la labor. Los jóvenes de hoy, las promesas del futuro de una sociedad pujante, han caído en el desencanto ante la precariedad laboral, el fracaso escolar y amparados por el cambio social y la prolongación de la juventud. No son pocos los que siguen este camino, mientras los adultos se agarran la cabeza y se preguntan si están ante una generación sin brújula. Las cifras señalan que la población juvenil (entre 16 y 29 años) que ni estudia ni trabaja (NENT o Ni-Ni) es alta en casi todas las regiones del mundo. Afecta a Centroamérica (21%), Europa Central y Oriental (34%) e incluso a las economías industrializadas (13%), como indica el informe sobre empleo juvenil 2006 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
QUÉ SIGNIFICA ESTO para la región: que un sector fundamental de la población no encuentra las vías para integrarse al proceso productivo en sus países y, por ende, quedan excluidos o en la periferia del desarrollo social y económico. Esto constituye, además, un despilfarro de energía creativa, y un obstáculo para competir con éxito en la globalización, pues las repercusiones sobre este importante grupo poblacional, sobre el que deberían descansar las opciones de futuro, pueden ser devastadoras tanto psicológica como socialmente. También que la credibilidad en las instituciones democráticas puede resentirse, pues se da la situación de que quienes por primera vez salen a buscar empleo también votan por primera vez. Esta especie de esquizofrenia social que permite a los jóvenes decidir el destino de su país, pero no les brinda la oportunidad de ser útiles con un trabajo digno y decente, puede estar en la raíz de gran parte de la inconformidad que hemos visto surgir en los últimos años.
CONSECUENCIAS
El ‘Informe Latinoamericano’ del Banco Mundial (2006) señala la situación de riesgo de los Ni-Ni: un comportamiento precoz y la exposición a la violencia. Entre los peligros figuran, además, la inequidad, la delincuencia, la emigración masiva, la drogadicción, los embarazos no deseados, el comercio informal y la explotación sexual. Pero dependerá de la condición socioeconómica del NENT: “Si proviene de una familia de recursos, se entiende como un desarrollo personal, que está reuniendo capital social, casi como una estrategia. En el caso del chico que está en la economía sumergida no es una estrategia, sino una obligación y tiene riesgos de caer en una situación de exclusión social, o en la delincuencia”. ¿La solución?: “Hay que separar la dependencia económica de la autonomía juvenil y darles protagonismo social. Para ello tiene que haber una intervención de los poderes públicos. Es decir, dejar de hacer tanto programita en el cual los jóvenes son un mero objeto del Estado y hacer más acciones donde ellos sean sujetos”. Un gran desafío porque estos jóvenes, aunque ‘perdidos’, seguirán por este camino. Los jóvenes Ni-Ni han aumentado en un 150% entre 1995 y 2005. Un alza “preocupante”, creciente y “costosa”, según la OIT.
Paola Wächter
Fuente: http://white.oit.org.pe/portal/documentos/ni_estudian_ni_trabajan_20_07_07.pdf
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