Política represiva de la dictadura
Estructura institucional
El 24 de marzo de 1976 asumió el poder, como "órgano supremo de la Nación", una Junta de Comandantes de las tres fuerzas armadas integrada por el general Jorge Rafael Videla, el almirante Emilio Eduardo Massera y el brigadier general Orlando Ramón Agosti. El primero a su vez, fue designado con el título de presidente con la mayor parte de las funciones de los poderes ejecutivo y legislativo. "En ejercicio del poder constituyente" la junta estableció un Estatuto al que deberían someterse todas las otras leyes incluida la Constitución.
El primer día la Junta Militar dictó 31 comunicados. El comunicado Nº 1 dice:
Se comunica a la población que, a partir de la fecha, el país se encuentra bajo el control operacional de la Junta de Comandantes Generales de las FF.AA. Se recomienda a todos los habitantes el estricto acatamiento a las disposiciones y directivas que emanen de autoridad militar, de seguridad o policial, así como extremar el cuidado en evitar acciones y actitudes individuales o de grupo que puedan exigir la intervención drástica del personal en operaciones.
El comunicado N.º 19 estableció:
Se comunica a la población que la Junta de Comandantes Generales ha resuelto que sea reprimido con la pena de reclusión por tiempo indeterminado el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare comunicados o imágenes provenientes o atribuidas a asociaciones ilícitas o personas o grupos notoriamente dedicados a actividades subversivas o al terrorismo. Será reprimido con reclusión de hasta diez años, el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare noticias, comunicados o imágenes, con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar las actividades de las Fuerzas Armadas, de Seguridad o Policiales.
Ese mismo primer día se impuso la pena de muerte y los Consejos de Guerra (Ley 21.264):
Art.1 El que públicamente por cualquier medio, incitare a la violencia colectiva y / o alterare el orden público, será reprimido por sola incitación, con reclusión hasta diez años. Art. 2. El que alterare en cualquier forma contra los medios de transporte, de comunicación, usinas, instalaciones de gas o agua corriente u otros servicios públicos, será reprimido con reclusión por tiempo determinado o muerte... Art.5....el personal militar de las fuerzas de seguridad y de las fuerzas policiales hará uso de las armas en caso de que la persona incurra en alguno de los delitos previstos de dos a cuatro precedentes.... Art. 7 Créanse en todo el territorio del país los Consejos de Guerra Especiales Estables...que juntamente con los Consejos de Guerra Permanente para el Personal Subalterno de las Tres Fuerzas Armadas, conocerán en el juzgamiento de los delitos que prevé la presente ley. Art 10. La presente ley será aplicable a toda persona mayor de dieciséis años.
El estado de sitio, con la suspensión de las garantías constitucionales, ya había sido declarado durante el Gobierno de María Estela Martínez de Perón, por Decreto 1368/1974. Pocos días después el gobierno militar sancionó la Ley 21.275 suspendiendo el derecho constitucional de opción a salir del país (Constitución Nacional, art 23).
La Junta Militar dictó leyes y órdenes discrecionales, entre ellas disponiendo detenciones o cesantías masivas, en las que no se consideraba la razón de los actos (Leyes 21.258, 21.260, 21.262, 21.274, etc). La ley 21.260 dictada el mismo 24 de marzo de 1976, por ejemplo, establecía:
Art. 1 "Autorízase hasta el 31 de diciembre de 1976 a dar de baja por razones de seguridad, al personal de planta permanente, transitorio o contratado, que preste servicios en la Administración Pública Nacional, en el Congreso Nacional, organismos descentralizados de cualquier carácter, autárquicos, empresas del Estado y de propiedad del Estado, servicios de cuentas especiales, obras sociales y cualquier otra dependencia del Poder Ejecutivo, que de cualquier forma se encuentre vinculado a actividades de carácter subversivo o disociadoras. ...Estarán comprendidos en la presente disposición, aquellos que en forma abierta, encubierta o solapada preconicen o fomenten dichas actividades.
Desaparición forzada
La desaparición forzada fue el régimen que caracterizó al Proceso de Reorganización Nacional. Más del 95% de los asesinatos y detenciones fueron intencionalmente ocultados.
En Argentina, durante la guerra sucia, la práctica habitual era detener ilegalmente y en secreto, a través de equipos militares especiales (GT: Grupos de Tareas), a los opositores y enviarlos a centros clandestinos de detención (CCD) donde inevitablemente eran torturados. Luego de un tiempo el prisionero o prisionera, o bien era asesinado, también en forma clandestina y sin guardar registros del momento y lugar, o bien era "blanqueado" y pasaba a una cárcel legal haciéndose pública su situación, o directamente liberado.
Un caso especial son los hijos de desaparecidos, hijos pequeños de los opositores secuestrados, respecto de los cuales se sabe que la mayoría no fueron asesinados, y fueron entregados clandestinamente a padres adoptivos, suprimiéndoles su identidad. La mayor parte de esos niños aún continúan desaparecidos; se estima su número en unos 500. Las Abuelas de Plaza de Mayo han encontrado hasta febrero de 2010, 101 niños desaparecidos.[62]
La táctica militar de hacer desaparecer a los opositores es un método represivo que se basa fundamentalmente en la producción de desconocimiento. Por esa razón, saber qué pasó, conocer, recuperar la memoria, y exigir la verdad, se han vuelto reclamos principales de las víctimas y de las organizaciones de derechos humanos. Una de las consignas que refleja esta preocupación era cantada en las marchas contra el gobierno militar: "¡¡Los desaparecidos, que digan donde están!!"
La desaparición forzada de personas tuvo un fortísimo impacto en la sociedad argentina, con reflejo en numerosas expresiones artísticas.
http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_Sucia_en_la_Argentina
EL FASCISMO Y EL TERRORISMO DE ESTADO
¿Qué es el fascismo? ¿Cómo puede una nación permitir que un gobierno tan violento llegue al poder? ¿Cuál es el fin del terrorismo de Estado? Éstas son las preguntas rectoras para comenzar a entender el PRN e indagar en lo que fue esa experiencia. Una de las mejores alegorías para explicar el proceso que lleva un Estado libre y democrático a uno ―disciplinado‖ y fascista es la de Michel Foucault en el capítulo ―Panopticism‖ en su libro Discipline and Punish. The Birth of the Prison. En este capítulo Foucault presenta la semejanza entre lo que se hacía cuando había una plaga en una determinada comunidad y el comienzo de un Estado autoritario:
Al extenderse el ―pueblo con plaga‖ a una nación ―infectada‖ con ideas ―radicales‖ se ve también el cierre de las fronteras para apartarse del resto del mundo. La diferencia en el caso posterior es que es más para ―protegerse de infección‖ que para proteger a los demás. Siguiendo la aplicación de la alegoría, se puede decirque el Estado fascista también decide ―matar a los animales callejeros‖ pero sus ―animales‖ son conciudadanos humanos a quienes llaman ―subversivos‖. Estos ―subversivos‖ se perciben como los ―enfermos‖, los portadores de la plaga social que para el gobierno representa una amenaza tan grande como la plaga física
En el caso del fascismo y terrorismo de Estado, los ―intendentes‖, ―síndicos‖ y
―guardias‖ son la policía, pública y secreta, y los militares. Estos se encargan de sacar a los ―enfermos‖ del pueblo para prevenir de infección a otras personas. En estos casos todos se sienten inmovilizados por el temor de perder su vida, por el temor a contagiarse o ser percibidos como ya contagiados por las ideas ―subversivas‖ para luego ser castigados. Esto crea un mundo más ―controlable‖ para los encargados del orden, un mundo lleno de terror en que aquellos con todo el poder pueden gobernar y restringir una nación entera ¿Qué mejor manera para ―controlar‖ que el aislamiento de todos? Si cada persona percibe que todos los actos que lleva a cabo son supervisados, esto va a crear terror y el terror se internaliza inmediatamente. La población permite la subyugación porque percibe la amenaza aunque la mayoría no conoce el verdadero terror que los ha recluido en la pesadilla. Los ―aptos‖ captan el poder porque ven la oportunidad en el miedo de la población y en la inhabilidad del gobierno de controlar las facciones ―subversivas‖. Estos ―aptos‖, una vez que han captado el poder tienen que utilizar el miedo para sus propósitos y demostrar que ellos son más capaces de controlar que el gobierno anterior El nuevo gobierno tiene que mostrar la fuerza que en la mayoría de los casos se asienta en elterrorismo de Estado, porque mostrar gestos de humanidad se vería como una señal de debilidad.
También es importante proyectar el gobierno anterior como inepto y la razón de ser de todos los problemas que hay en el país para justificarse, muchas veces incluyendo a Dios y la Iglesia en esa justificación Se puede afirmar, entonces, que el fascismo se origina como sostuvo Mussolini, el creador de la palabra, como ―una reacción‖ en la que se proyecta la ineptitud del gobierno y que el país está en un peligro del cual solamente los futuros fascistas lo pueden rescatar porque sólo ellos están dispuestos a subyugar con terror. Para poder controlar y ―rescatar‖ al pueblo, los líderes imponen el estado de sitio y así desconocen la constitución para otorgarse a ellos mismos la suma del poder, restableciendo así un gobierno soberano en que ellos perciben tan importante como para tener que dejar de lado los derechos y la ley constitucional, es decir, que se conforma así un ―estado de excepción‖Este ―estado de excepción‖ elimina el derecho de toda la ciudadanía de poder deshacerse de esta porción ―enferma‖. La idea es establecer un poder total que pueda ver o hacer ver el ―cáncer‖ de la sociedad para eliminarlo y rescatar dicha sociedad de sí misma Esta vuelta a la ―soberanía‖, justificada con el estado de excepción, da al Ejecutivo el poder de eliminar las partes de la población que él considera ―enfermas‖. Le da al gobierno la posición de cirujano en jefe y pone en sus manos el bisturí para cortar el tumor que infecta al paciente. Y como en la cirugía algunas partes sanas del cuerpo también sufren, en la manifestación del estado de excepción, que se entiende aquí como terrorismo de Estado, muchas de las víctimas son inocentes (―sanas‖). Si el cirujano pronuncia la necesidad de extirpar el tumor del cuerpo para poder devolverlo a su estado sano, en el estado de excepción el Ejecutivo actúa por ―necesidad‖Gobernar por necesidad es la manera en que el Ejecutivo justifica su poder totalitario.
Debido a que el estado de necesidad precede el estado de excepción, o por lo menos la percepción de ese estado, la sociedad acepta y aun apoya las acciones que en realidad eliminan los derechos humanos de todos, no sólo los de los calificados como ―subversivos‖. Para el ejecutivo en esta posición hay dos tipos de violencia: una fuera de la ley que se debe erradicar y otra que existe para preservarla Una de las maneras más terribles de subyugar es el campo de concentración, una idea que empezó a fines del siglo XIX y que ha continuado en una forma u otra durante todo el siglo XX hasta hoy día. Estos campos, aunque la idea viene de lo que nos enseña Foucault de las prisiones, no son sólo un resultado de ellos. Es decir que no es sólo un paso más de la cárcel para llegar al campo de concentración La diferencia con el campo de concentración es que su propósito no es sólo silenciar a la ciudadanía sino extirpar una porción de ella, como un tumor. Junto con sus ideas y su manera de vivir, el ―cáncer‖, lo ―subversivo‖ tiene que ser eliminado con el fin de ―sanear‖ un pueblo que en realidad ya se manejaba tal como el cuerpo sano, imperfectamente, pero con cada parte cumpliendo una función. Esta idea de estado de sitio y estado de excepción, que parecen juntarse en la historia con el fascismo y terrorismo de Estado, viene del deseo de siempre tener más poder quienes ya lo tienen. El poder y el control total de una nación entera bajo el sistema fascista, es decicr, sobre la vida y la muerte a partir del terrorismo de Estado, representan un poder absoluto que da al que sustenta ese poder el sentimiento de ser Dios. Tal como afirma Calveiro: ―El poder, a la vez individualizante y totalitario, cuyos segmentos molares… están inmersos en el caldo molecular que los alimenta es… un multifacético mecanismo de represión‖ (23). Al separar, desaparecer, torturar y matar a todos los que se oponen al gobierno demuestra que cada persona ―subversiva‖ está sola, sin esperanzas, ni amigos, ni familia, y de este modo se escenifica un poder
individualizante. La contradicción está en el hecho de que estos gobiernos, a la vez, hacen todo lo posible para engendrar un sentimiento ―nacionalista‖ en los demás, los ―no subversivos‖. Este ―nacionalismo‖ no es el sentimiento ―espontáneo‖ de amor al país sino uno forzado y reglamentado por el gobierno.
Porque en el caso argentino las muestras de nacionalismo fueron más del lado político forzando el lado nacional para ser congruente con el terror y la amenaza de que todos pueden ser erradicados o ―desaparecidos‖ y no por el deseo de la mayoría de unirse a la política de la dictadura del PRN. El ―nacionalismo‖ argentino de esta época no fue un nacionalismo de puro sentimiento. Aunque como sentimiento falso este ―nacionalismo‖ sirvió al propósito de presentar una imagen en que la dictadura, a través del poder militar (en esa época igual al civil) que adquirió al aterrorizar a la ciudadanía, con el fin de convencerla, o al menos inventar un imagen en que ellos, con la nación, son invencibles, y que ellos, concretamente los comandantes militares que manejaron la máquina de terror, son dioses para su ―pueblo‖: ―Ese poder cuyo núcleo duro es la institución militar pero que comprende otros sectores de la sociedad, que se ejerce en gobiernos civiles y militares desde la fundación de la nación, mutando y clonando un tiempo, se pretende a sí mismo como total. Pero ese intento de totalización no es más que una de las pretensiones del poder (Calveiro, 24).
Los que han llegado a las posiciones de poder después tienen que hacer todo lo posible para conservarlo, o la pretensión de poder, al que se han acostumbrado. La idea es hacerse dueños de la vida de los subyugados, o un grupo específico de ellos, para proyectar la idea de ―dios para el pueblo‖ sin romper esa proyección ―nacionalista‖ para la mayoría. Si hay un grupo al que se le da el nombre de ―subversivos‖, enemigos del Estado, dicho grupo puede ser despojada de los derechos de ciudadano sin alienar a la mayoría, y a la vez hacerles temer las consecuencias posibles si ellos se ―desvían‖. El poder sobre el cuerpo se manifiesta primero en la eliminación de los derechos: como ciudadano como de ser humano. En el primer caso se extrae al ―subversivo‖ de la población y se le trata de criminal, sin que haya mediado un tribunal y se le condena directamente. Estos subversivos, al ser destinados a los campos de concentración, pierden sus derechos ciudadanos para que el gobierno pueda justificar la segunda parte de la manifestación de su poder. Si primero no son ciudadanos en un lugar en que la lealtad a la nación ha sobrepasado toda otra forma de devoción, en otras palabras, uno debe poner la nación antes de todo --religión, familia, etc. no pueden interferir con el cumplimiento de los deberes al Estado-- es fácil llegar a la conclusión de que no son humanos, o por lo menos se puede justificar que no son ―dignos‖ de recibir los mismos derechos humanos que un ciudadano ―leal‖. De esta justificación viene el ―derecho‖ de torturarlos. Calveiro lo describe bien: ―[…] aparecen por lo menos dos mecanismos posibles en la tortura: el tormento que llamaré inquisitorial y el tormento como tecnología eficaz, fría, aséptica y eficiente de ―chupar‖. Los dos pretenden producir la verdad, producir un culpable y arrasar al sujeto… Ambas formas implican el procesamiento de los cuerpos, la extracción de lo que sirve y el desecho del hombre‖ (70). Ese desecho del hombre es la eliminación del estatuto de ser humano que en verdad era el objetivo del terrorismo de Estado, siempre escondido tras la pretensión de ―extraer lo que sirve‖.
La destrucción de los cuerpos de los ―subversivos‖ también resulta en una ignorancia de la ciudadanía, no a consecuencia de la dificultad de ver sino de la falta de deseo de ver, se puede ver pero no se quiere ver. Esta ignorancia empieza como impotencia --no hay nada que se pueda hacer, pasa por apatía --―algo habrá hecho‖ y termina en esa ignorancia falsa y destructiva. La ignorancia existente en toda la sociedad, los secuestrados incluidos, produce el cumplimiento de todos los ―requisitos‖ del poder. Los judíos en el holocausto cumplían con el mandato de vivir separados, llevar la estrella de David para marcarse e ir a los campos de concentración porque no podían ver que ya habían sido despojados previamente de sus derechos civiles y humanos. En este sentido, en el caso del pueblo alemán, éste no quería ver los horrores porque esto hubiera significado que su nación no era tan ―perfecta como pretendía, y el verlo podía condenarlo a la misma tortura (en el encarcelamiento) sufrida por aquellos ya condenados por el Estado: La sociedad que, como el mismo desaparecido, sabe y no sabe, funciona como caja de resonancia del poder concentracionario y desaparecedor, que permite la circulación de los sonidos y ecos de este poder pero, al mismo tiempo, es su destinataria privilegiada‖. (147)
A diferencia del caso alemán nazi, en Argentina los campos estaban en los centros urbanos, no lejos ni apartados. Estos campos existían porque había ―una sociedad que eligió no ver, por su propia impotencia, una sociedad desaparecida‖ (Calveiro 147). El horror más terrible no era el hecho de que estas torturas y desapariciones ya habían sucedido en la historia humana, sino que ahora los seres humanos se rehusaban a verlo. Se podría decir que la elección de no ver salvó la vida de algunos ciudadanos preocupados por salvarse a sí mismos, pero si una sociedad elige ver los horrores, los puede anular antes que resulten en la muerte de sus amigos, hermanos y conciudadanos.
Fuente: http://etd.lsu.edu/docs/available/etd-11152007-184628/unrestricted/Baron_thesis.pdf
Depósitos de carne humana
Existieron 340 centros clandestinos de detención que no tuvieron nada que envidiarle a los campos de concentración de las guerras más terribles. El siguiente es el listado proporcionado por la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP) en septiembre de 1984, luego de efectuados los procedimientos de constatación de los lugares denunciados por las víctimas.
CAPITAL FEDERAL
Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA): Actualmente Museo de la Memoria por disposición del actual Presidente Néstor Kirchner
Olimpo: Actualmente garaje y taller de mantenimiento de automóviles de la Policía Federal
Superintendencia de Seguridad Federal
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Bánfield: Pozo de Bánfield (Ex Brigada de Investigaciones): Actualmente Brigada de Homicidios y Departamento de Instrucción Judicial
Quilmes: Puesto Vasco: Dependencia de la Brigada de Investigaciones 14, en Don Bosco. Pozo de Quilmes: Ex Brigada de Investigaciones de Quilmes.
La Matanza Banco: Actual Destacamento N° XV de la Policía Femenina de la Provincia. Vesubio: Bajo control del Primer° Cuerpo de Ejército, ubicado en la avenida Ricchieri a la altura del Puente 12.
La Plata: La Cacha o El Casco: Antigua Planta Transmisora de Radio Provincia de la localidad de Lisandro Olmos. Pozo de Arana
Campo de Mayo: Plaza de Tiro de la Zona Militar.
Martínez: Cot I Martínez
Bahía Blanca: La Escuelita: Dependiente del Comando V Cuerpo de Ejército.
Mar del Plata: Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina. Base Aérea Militar. Comisaría de Batán. Comisaría 4 de Mar del Plata Cuerpo de Bomberos. Base Naval.
Haedo: Policlínico Alejandro Posadas.
Las Flores: Brigada de Investigaciones de Las Flores.
San Nicolas: Brigada de Investigaciones de San Nicolás.
Olavarria: Destacamento Militar “Sierras Bajas” o “Campo de Monte Pelone”: establecimiento rural perteneciente a Fabricaciones Militares
PROVINCIA DE CÓRDOBA
Casa de la Dirección de Hidráulica: Ubicada en el paraje “Dique San Roque
Loma del Torito: Ubicada en el campo “La Perla”
La Perla: Cuartel del Escuadrón de Exploración de Caballería Aerotransportada No. 4
La Ribera: Prisión Militar de Encausados
Malagueño: Actualmente Centro de Mantenimiento del 3er. Cuerpo de Ejército
PROVINCIA DE TUCUMÁN
Escuelita de Famaillá
Jefatura Policía de la Provincia
Ex Ingenio Lules
Ingenio “La Fronterita”
Escuela “República del Perú”
Departamento de Educación Física
Universidad Tecnológica Nacional de Tucumán
Compañía de Arsenales Miguel de Azcuénaga
PROVINCIA DE MENDOZA
Ocatava Brigada de Infantería de Montaña
Palacio Policial
Dependencias Departamento Informaciones D-2
Penitenciaría Provincial.
Liceo Militar General Espejo.
Comisaría 7a. de Godoy Cruz.
Unidad Militar Campo de los Andes.
PROVINCIA DE FORMOSA
Regimiento 29 de Infantería de Monte.
Destacamento Policial (Cuatrerismo) de San Antonio de la Policía de la Provincia
PROVINCIA DE SANTA FE
Puerto Gaboto
Prefectura Naval de San Lorenzo
Fuente: http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=1572
Recursos y orientaciones para la enseñanza
Este 24 de marzo se cumplirán 35 años del golpe de Estado en la Argentina. La fecha, desde el 2006, fue instituida como feriado nacional e incorporada al calendario escolar, formando parte de las efemérides escolares.
Al igual que ocurre con otras efemérides, el tratamiento de los acontecimientos que las mismas evocan pueden constituirse en un mero ritual o, por el contrario, ser una oportunidad para el ejercicio de la memoria. Sabemos que la interpretación del pasado siempre está sujeta a controversias y que distintos grupos sociales participan en disputas simbólicas por la memoria. El espacio de la escuela es uno de los espacios privilegiados para reflexionar sobre ese período. Por tratarse de acontecimientos considerados como una de las experiencias más traumáticas de nuestra historia reciente, el tratamiento escolar de los mismos deviene en invitación para pensarnos como comunidad no solo en clave de pasado, sino también de presente y futuro.
Películas recomendadas
Existe una variada filmografía constituida por propuestas de ficción y documentales como distintas formas de representar la memoria y una interesante alternativa para el tratamiento del tema con los alumnos. Estas son algunas de ellas.
Plata dulce
Director: Fernando Ayala.
Género: Comedia satírica.
Tema: Cruda descripción de la economía en tiempos de Martínez de Hoz.
Argumento: Un hombre se encuentra con un ex compañero del secundario que le ofrece un negocio redondo. La plata comienza a venir a raudales, pero las cosas cambiarán de un día para el otro.
Comentario: Fue una de las primeras películas en poner en duda el sentimiento triunfalista que imperaba después del Mundial '78.
Malvinas, historias de traiciones
Director: Jorge Denti.
Género: Documental.
Tema: Sobre la Guerra de Malvinas. Hace hincapié en los motivos políticos, económicos y sociales que llevaron al conflicto bélico.
Comentario: El film -dedicado a la memoria de
Raymundo Gleyzer, director desaparecido durante los años de la dictadura militar- incluye importantes testimonios, entre ellos, de las Madres de Plaza de
Mayo y de ex combatientes y obreros de la Argentina y
Gran Bretaña.
La historia oficial
Director: Luis Puenzo.
Género: Drama.
Argumento: En la última etapa de la dictadura militar, una profesora de historia comienza a darse cuenta de lo acontecido en la Argentina de años anteriores. El retorno de una amiga exiliada, el descubrimiento de los turbios manejos de su esposo y la aparición de una
Abuela de Plaza de Mayo que busca a su nieta son motivos más que suficientes para que la mujer viva una auténtica toma de conciencia política.
Comentario: La película ganó el Oscar a la mejor película extranjera.
La noche de los lápices
Director: H éctor Olivera.
Género: Drama.
Tema: El film relata sucesos reales desde la voz y presencia de su único sobreviviente.
Argumento: En septiembre de 1976, durante los primeros meses del gobierno militar en la Argentina, siete adolescentes de la ciudad de La Plata son secuestrados, torturados y asesinados a raíz de sus protestas por el aumento del boleto estudiantil.
Comentario: Basado en un hecho real, este drama es uno de los films más emblemáticos del cine testimonial argentino sobre los crímenes de la sangrienta dictadura que gobernó el país hasta 1983.
La república perdida I
Director: Miguel Pérez.
Género: Documental.
Tema: El film está realizado a partir del montaje de imágenes históricas de archivo y dedicado a seguir la historia política argentina desde el golpe de estado de
1930 hasta el golpe de 1976.
Comentario: Primer film de Miguel Pérez, reconocido montajista del cine argentino, que se transformó en un estruendoso éxito de comercial, en lo que mucho tuvo que ver el contexto histórico en el que se estrenó: a meses del retorno de la democracia en 1983.
La república perdida II
Director: Miguel Pérez.
Género: Documental.
Tema: Segunda parte de "La República perdida" que, en este caso, revisa el período de la dictadura militar en la Argentina de 1976.
Comentario: Aunque no obtuvo el notable éxito de público de la primera parte, ésta también logró reunir muchos espectadores.
Botín de guerra
Director: David Blaustein.
Género: Documental.
Tema: Relata la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo para identificar a los niños secuestrados por las fuerzas armadas y de seguridad durante la última dictadura militar.
Comentario: Segundo trabajo del realizador, está estructurado en base a entrevistas que se filmaron en Argentina, Suiza y España.
Historias cotidianas
Director: Andrés Habegger.
Género: Documental.
Argumento: El film está estructurado en cuatro segmentos que siguen a una breve y vertiginosa presentación de los protagonistas, cámara en mano.
Además de las múltiples fotografías que guardan estos hijos, hay mucho material de archivo.
Tema: Se centra en los relatos de otros seis hijos de padres desaparecidos durante la última dictadura militar.
Comentario: Primer largometraje realizado por un hijo de desaparecidos.
Kamchatka
Director: Marcelo Piñeiro.
Género: Drama
Tema: Aborda el tema de la última dictadura militar, visto desde los ojos de un niño.
Argumento: En el otoño de 1976, en plena dictadura militar argentina, a Harry le cambia la vida. Tiene 10 años y no logra entender por qué debe abandonar su casa y a sus compañeros de escuela para mudarse a una quinta con sus padres y su hermano. Adaptarse a esa nueva vida -en la que existen reglas rigurosas ayudará al protagonista a comprender por qué su padre le pidió que recordara siempre Kamchatka, uno de los países de un conocido juego de estrategia.
Comentario: Una historia sin sentimentalismos pero con mucha emoción sobre la última dictadura militar.
Lejos de buscar la reconstrucción histórica o la denuncia, el film plantea una situación inexplorada por otras películas: el sufrimiento de los hijos de los perseguidos políticos, otras víctimas de la época
http://estatico.buenosaires.gov.ar/areas/educacion/cepa/guia_peliculas.pdf
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